El protocolo estándar suele quedarse corto

 

¿Sabes?

Recuerdo que tras haberla fastidiado en todo lo imaginable con mi primer perro, empecé a probar cosas nuevas.

Básicamente guiada por el instinto y por lo que me hacía sentir cómoda.

También por lo que creía que sería bueno para mis perros.

Me equivoqué en muchas cosas, pero también acerté en otras tantas.

Y eso se notó mucho en los comportamientos de esos perros.

Recuerdo, por ejemplo, que lo de dejarles solos no me gustaba mucho.

Quiero decir, convivía con esos perros mientras estudiaba la carrera.

Y por lo general a clase no los podía llevar (a veces sí, pero me echaban).

Así que se quedaban solos a diario.

Pero luego dejarlos solos más tiempo todavía, por ejemplo para ir a hacer la compra mensual con mi familia, como que se me atragantaba.

El caso es que tenía mi ritual para esto.

Y mis padres, con toda su paciencia, no decían nada y me seguían la corriente.

Estará loca, pero es nuestra hija, y la queremos igual.

Te lo cuento.

Mis padres se iban preparando para salir.

Y yo en el sofá, como si nada.

Viendo la tele o leyendo un libro.

Entre medias me levantaba, salía al descansillo y dejaba allí los zapatos.

Y volvía al sofá a lo mío.

Luego igual iba a mi dormitorio, y me vestía pero a medias.

Después al sofá otra vez.

Mis padres progresaban en lo suyo mientras me veían totalmente pasiva en el sofá.

Y cuando me decían “bueno, ya estamos listos

Yo contestaba.

Vale, id saliendo que ahora voy yo

Se quedaban frente al ascensor con cara de circunstancias, y un par de minutos después, yo salía de puntillas por la puerta.

Cerraba casi si respirar, para no hacer ruido.

Tras haberles dejado a mis perros un mordedor comestible.

Y ya en el descansillo me ponía los zapatos y el resto de la ropa.

Estaba lista para marchar.

Bueno.

Igual esto te produce una risa floja.

O lo mismo tú estás intentando hacer algo parecido.

Pero no te sirve para que tu perro se quede tranquilo en casa.

(Porque lo tienes justo en la puerta medio segundo antes de que decidas abrirla)

El caso es que un día mi madre me dijo:

Hija, creo que ya entiendo lo que estás haciendo. Miguel, el de la oficina, tiene a su schnauzer gigante todo el día en el coche mientras trabaja. Y al preguntarle por qué, me dice que es que cuando lo deja solo en casa, le destroza los sofás, las puertas, las cortinas y todo lo que pilla. Lo tuyo es raro pero parece que funciona”.

Vale.

Con esto la impresión de mis padres de que no estaba bien de la cabeza desaparecía.

Eso es bueno.

Lo de que lo mío funcionara, ya no lo tengo tan claro.

Porque todas esas cosas raras que hacía iban encaminadas a prevenir un problema.

Ese fue uno de mis cambios importantes: siempre que pudiese prevenir algo, hacia ahí debían ir mis esfuerzos.

Aun me quedaba mucho que aprender sobre todo lo que se puede prevenir.

Pero creo que ese fue un avance importante.

En cuanto a lo de dejar solo a tu perro haciendo cosas raras.

Si es tu caso, su tu perro destroza la casa, ensucia por todas partes o ladra hasta quedarse afónico

(Según te ha comunicado más o menos amablemente algún vecino)

Seguramente ya hayas probado el protocolo de “cosas raras que tienes que hacer al salir y al llegar a casa”

Y no te ha ido muy bien.

O simplemente no te ha ido en absoluto.

Tengo un curso donde te explico por qué eso no funciona.

Y de funcionar, se aplica al final.

Al final de otras medidas que abordan el problema de la ansiedad por separación de otro modo.

Uno que no implica focalizarse en las conductas de ladrar, destruir o ensuciar.

Sino en el estado emocional de tu perro.

Al fin y al cabo se llama ansiedad por separación, no?

Lo de la separación será inevitable.

Pero la ansiedad no se gestiona con protocolos conductistas como no prestar atención a tu perro cuando se sube por las paredes «para no reforzar su conducta».

Lo mismo la intuición te dice que esto tiene sentido.

Pues si este cambio de planteamiento te encaja, prueba a recibir mis correos diarios.

En ellos te mando ideas y reflexiones como ésta, que lo mismo tienen más sentido que todo lo que has oido hasta ahora.

O si resulta que los lees y tú también piensas que estoy loca, pues nada, te das de baja y sigues con tu vida.

Le das al botón y lo averiguas:

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