
Cómo corregir a tu perro cuando te muerde
Cuando decides introducir un perro en tu vida, piensas en los paseos agradables por el parque, la playa o la montaña.
En hacer nuevos amigos y conocer a otras personas con perros simpáticos y juguetones.
En compartir el sofá mientras disfrutas de una buena película.
En los calurosos recibimientos cada vez que llegas a casa después de trabajar.
En los ratos de juegos y complicidad en el día a día.
Lo que nunca se te pasó por la cabeza es que tu perro, tu mejor amigo, te pudiera morder.
En ese inesperado momento, diversas emociones te invaden: miedo, ira, incredulidad, conmoción….. Pero sobre todo sientes una total incomprensión por su conducta.
Y sin embargo, la principal causa por la que un perro muerde es porque nadie le estaba escuchando.
Y es que cuando un perro se encuentra en una situación que él percibe (siendo esta percepción real o imaginaria) como amenazadora, trata de huir o de evitar el conflicto (mediante comunicación corporal).
Y si no logra escapar o la comunicación no funciona, entonces optará por agredir.
Ojo, no es una decisión consciente, es una reacción primaria de supervivencia: tu perro cree que su vida corre peligro y que debe defenderse de una potencial amenaza.
Aunque es cierto que estoy dejando al margen posibles problemas de dolor, que son una causa muy frecuente de agresión, o posibles enfermedades que estén alterando la conducta de tu amigo, lo cual también sucede con más frecuencia de la que imaginas.
Así que no descartes sin más una visita al veterinario.
Así que probablemente no escuchaste a tu perro, y finalmente él cree que debe agredirte para lograr eliminar la amenaza que supones.
Y es que hay muchas actitudes y comportamientos habituales en las personas que resultan amenazadores para muchos perros, y no somos conscientes de ellos.
¿Cuáles?
Te detallo los más habituales. Si los analizas bien y te percatas de que los estás realizando, ya tienes un buen punto de partida para hacer las paces con tu perro, resolver la mala comunicación entre ambos, y evitar futuros incidentes.
De ese modo ambos podréis volver a confiar el uno en el otro.
MACHO ALFA
Esta es una de las causas más comunes que provocan mordeduras por parte de los perros.
Todo a tu alrededor, desde la Tv hasta los “listillos” de parque canino, pasando por muchos adiestradores y educadores y por la mitad de Internet te han hecho creer que debes pasarte los próximos 10 años demostrando algo.
O sea, demostrar que eres la más machota.
Porque si no lo haces tu perro mandará sobre ti y sobre toda la humanidad que se deje mandar.
Y tú, por un lado por desconocimiento, y por otro por la enorme presión social que ejerce un grupo tan numeroso, lo haces.
O lo intentas.
Pero lo que realmente estás haciendo es abusar física y psicológicamente de tu perro.
Lo voy a poner bien claro por si no se ha entendido bien: las posturas que abogan por “dominar” a los perros como modo de educarles, enseñarles cuál es su sitio o reconducir conductas inadecuadas o molestas (generalmente inadecuadas o molestas para las personas) están promoviendo un maltrato animal socialmente consentido.
Insisto.
Los sistemas de “reducción de rango” o cómo les llamen ahora son formas de maltrato animal.
Te están hostigando para que maltrates a tu perro, le presiones y le provoques todo tipo de conflictos y desconfianza (en el mejor de los casos, en el peor será un miedo atroz) argumentando que es la ÚNICA manera de hacerlo correctamente.
Pues bien. No solo es mentira, sino que recibir un mordisco es una de las consecuencias más habituales.
Puesto que (sin darte cuenta) atacas a tu perro, él, tras intentar calmarte como buenamente puede para que detengas tu conducta, finalmente no tiene más remedio que morderte.
Y si aun así persistes, o aumentas tu grado de agresión, las señales de comunicación para apaciguarte (o para avisarte de que das mucho miedo y que procederá a defenderse en 3, 2 1……) desaparecerán.
Y entonces tu perro será una bomba de relojería: sí, será el famoso perro “que muerde sin avisar”.
Sí que avisó.
Mucho.
Pero no se le escuchó, o peor, se le obligó a callar.
Así que una primera medida, altamente eficaz para que tu perro no vuelva a morderte, es dejar de aplicar la teoría del líder de la manada, olvidarte del rollo del “macho alfa”, y dejar de interferir con su vida.
No le metas la mano en el plato porque sí.
No le eches del sofá o de la cama de cualquier modo “porque si no manda él”.
No le obligues a caminar en “junto” por la calle “porque si no «es él el que me saca de paseo a mí”.
No le muevas por la fuerza hacia donde tú decidas.
No le saques de la boca cualquier objeto que tenga solo para que se deje quitar cosas porque así es como debe ser.
No le abronques cuando monta a otros perros o a persona “porque está tratando de dominarlas” (lo cual es una gran falsedad y denota nulo conocimiento sobre fisiología canina).
En resumen.
Deja de hacer todas esas acciones absurdas que te han vendido que debes hacer porque es así como se maneja a un perro y porque así te respetará y te hará caso.
No solo es mentira sino que destruye la confianza de tu perro en ti y propicia las conductas de agresión defensiva.
Si alguna conducta te resulta preocupante, valora la causa y busca otro modo de abordarla.
Y para todo lo demás (eso que “hay que hacer” pero que en realidad no sabes muy bien porqué o no te importa mucho), simplemente deja vivir a tu perro.
RESPETA SU ESPACIO PERSONAL
Los humanos tendemos a invadir el espacio de los perros sin preguntar y sin ningún miramiento.
Lo que no haríamos con otras personas consideramos que los perros deben permitirlo, y a veces nos autoengañamos diciendo que a los perro les encantan nuestras intromisiones.
Tomarle en brazos cuando te parece, acercar tu cara a la suya (incluso sujetándole la cabeza para que no la aparte) para darle besos, acariciar cualquier parte de su cuerpo cuando te apetece y del modo en que se te ocurre son graves intromisiones del espacio personal.
Hay perros que realmente adoran el contacto físico, y les parecerá estupendo a cualquier hora.
Otros muchos han aprendido a tolerarlo, aunque no les gusta en absoluto. Hay perros con una paciencia indescriptible.
Pero otros simplemente no van a aceptarlo, y responderán amenazando o mordiendo.
O consideran esa intromisión como una verdadera amenaza (por ejemplo que le sujetes la cabeza para luego tú aproximar la tuya mientras le miras fijamente a los ojos). Y por lo tanto te llevarás un mordisco.
Sé respetuosa con el espacio de tu perro (y con el de todos los perros).
Si realmente te gustan los perros, ser respetuosa con su espacio será la mejor demostración. Es preferible preguntarle al perro qué le parece el acercamiento y el contacto, idealmente pidiéndole que se aproxime para recibir caricias o besos.
Si no se acerca, lo está dejando bastante claro.
Y si se acerca para marcharse a los dos segundos, también.
Respétalo.
Piensa en cómo te sentirías si cada persona que hay cerca de ti decidiera colocarse a 10 cm de tu cuerpo y te acariciara o abrazara sin venir a cuento y sin que tú lo hayas pedido. En cualquier momento y durante el tiempo que la otra persona estimara oportuno.
Tal vez digas algo o grites, tal vez intentes alejarte, pero desde luego lo que no pasará es que te sientas a gusto.
A tu perro le ocurre lo mismo.
DÉJALE DORMIR TRANQUILO
Uno de los momentos donde más vulnerables somos es mientras dormimos.
Por eso nos gusta estar en un dormitorio acogedor, en un espacio cómodo y tranquilo, sin ruidos repentinos ni gente desfilando por la zona a cada rato.
Y por eso nos sobresaltamos mucho, y a menudo nos enfadamos (yo me enfado mucho) si mientras estamos en una fase de sueño profundo, alguien nos despierta porque sí.
Para tu perro no es diferente.
Cuando descansa y más aun cuando duerme, es obligatorio para todos los miembros de la familia respetar su espacio y su descanso.
De lo contrario, si alguien decide que está adorable en esa postura y se acerca para achucharle o darle unas caricias, es posible que se lleve un mordisco.
Si las amenazas o agresiones suceden porque tu perro está bajo tus pies en un escritorio o compartiendo la cama, y al moverte sin querer le asustas y te ataca, es hora de proponerle de modo amable que disponga de su propio espacio.
Puede ser junto a ti, sin problemas (de hecho seguro que lo prefiere), pero enseñarle a ocupar una cama propia dejando libres tus pies o todo tu cuerpo para que te puedas mover con libertad es la mejor opción.
Si respetas su espacio, también puedes pedir que el tuyo sea respetado.
Si tu perro no es capaz de utilizar una cama cómoda y mullida colocada junto a ti porque necesita estar literalmente pegado a ti, seguramente tiene un problema grave de miedos e inseguridad.
Y deberás trabajar esto primero con el fin de lograr que gane en autoconfianza y se atreva a dormir “solo” (a un metro de ti).
LO QUE ESTÁ EN MI BOCA ES MÍO
Es una norma de urbanidad canina, y los humanos no solo la ignoran a menudo, sino que suelen provocar la situación para demostrar que pueden quitarle lo que quieran a su perro.
Pero es habitual que un perro muerda por esta razón.
Si se le quita un juguete, la comida, algo que encontró en el suelo o la zapatilla que acaba de robarte (o más bien que dejaste por ahí tirada, luego ya no es tuya) el modo de hacer esto (mediante amenazas y gritos) suele desencadenar la percepción de amenaza.
Y si la comunicación que exhibe tu perro a continuación no te hace disminuir el nivel de amenaza (y no, no soltará lo que lleva en la boca mientras tanto), entonces tendrá que defenderse.
Ojo.
No está defendiendo la zapatilla ni el juguete.
Se defiende a sí mismo.
Y es que a menudo, además de percibir la situación como amenazadora, los perros suelen tener experiencias previas que les permiten afianzarse en esta impresión: las personas suelen abalanzarse sobre los cachorros (y adultos) en cuanto éstos se meten cualquier cosa en la boca.
Y de mala manera, gritando y amonestando al cachorro, e incluso dándole un manotazo en el hocico, se la quitan mientras afirman “¡esto no! ¡esto no se toca!”.
La impresión es tan fuerte que el perro no asocia que no debe tomar según qué objetos (es algo demasiado aleatorio para que pueda entenderlo), sino que asocia el llevar algo en la boca, lo que sea, con un ataque por tu parte.
Y puesto que a menudo esto ocurre entre 4 paredes, la huida no suele ser una opción.
De hecho, muchos huyen pero les persiguen hasta arrinconarles.
Así que no queda más remedio que defenderse.
Mordiendo.
Por lo tanto, las opciones aquí son sencillas. Siempre que sea posible, deja a tu perro tranquilo.
Si crees que no es posible por alguna razón, debes dedicar un tiempo a establecer un historial de experiencias positivas relacionadas con “llevar algo en la boca (y dármelo)”.
Si tu perro en lugar de encontrarse acorralado y en una situación altamente conflictiva cuando se mete algo en la boca, tiene hecha una asociación previa de situación de juego y de obtención de beneficios cuando lleva algo en la boca (y lo cede VOLUNTARIAMENTE) las probabilidades de que muerda caen en picado.
Pero esto debe trabajarse con antelación para anticiparse a este posible problema.
No importa que tu perro no haya mordido nunca.
El gruñir o morder por intentar quitarle algo de la boca a un perro es tan corriente que merece la pena dedicarle unos minutos al día a establecer antecedentes positivos para esta situación.
Estas son solo algunas de las situaciones cotidianas en las que tu perro puede sentirse amenazado y morderte.
Hay más, claro, pero con esto ya tienes un punto de partida para empezar a reconducir al situación.
Y es que una conducta agresiva no es una cuestión personal.
Tu perro no trata de hacerte daño, ofenderte o herir tus sentimientos.
Las conductas de amenaza y agresión tienen una única finalidad: aumentar la distancia con la potencial amenaza.
Es decir si la huida no está al alcance de tu perro, es la amenaza la que tiene que alejarse.
Por lo tanto lo que trata de lograr tu perro es que le dejes solo o que dejes de exhibir lo que él percibe (con razón o sin ella) como una actitud amenazante hacia él.
Y prestar atención a la comunicación corporal permite ver las señales de incomodidad antes de que sean señales de amenaza.
Y las señales de amenaza que son respetadas sirven para evitar las agresiones.
Por lo que si en determinados contextos tu perro intenta alejarse de ti, se lame la nariz muy repetidamente, repliega las orejas y aparta la mirada, enseña los dientes o gruñe, no le regañes, le persigas o te rías de sus acciones: simplemente para y dale espacio.
Así demostrarás que le estás escuchando, y que realmente no quieres provocar un conflicto.
Y así él sentirá que le escuchas y no necesitará defenderse de ti.
Tengo muchas más propuestas e ideas como éstas.
Para personas que quieren ser amables con sus perros pero que no consiguen entenderles.
Puede que seas esa persona.
Y puede que sea esto lo que estás buscando.
Éste es el cajoncito de suscribirse.
Ya sabes cómo va. Escribes tu correo, marcas la casilla donde mientes diciendo que te has leído la política de privacidad, y le das al botón. Sencillo.
Mailrelay (mi proveedor de email marketing) mediante su empresa CPC, S.L., ubicada en España y acogida a la LGPD (más información de la política de privacidad de Mailrelay). Para ampliar información puedes leerte la aburridísima política de privacidad.
- Qué tienen en común un aviador de la 2ª GM y tu perro - marzo 27, 2023
- Dónde no comprar una correa - marzo 21, 2023
- Criamos huskies adaptados a la ciudad - marzo 15, 2023
Hola Irene te comento, tengo un perro de un año, lo cogí en una protectora con 3 meses, en principio todo bien hasta hace unos meses que tiene muchos miedos, le asustan todos los ruidos, no quiere ir a la calle, cuando ve el collar y sabe que va a bajar se esconde, los truenos, furgonetas, ruidos del container, todo le asusta y se pone a temblar. También tiene otra cosa, que cuando cualquier persona se acerca a el le gruñe sin motivo alguno, que le está pasando y como me puedes ayudar? Un abrazo.
Hola, Nuri:
Muchas gracias por comentar. Es difícil decirte de modo concreto qué le ocurre a tu perro, de entrada podría combinar una tendencia genética a mostrar más miedo que la media con una escasa o nula socialización. Ahora entra en la adolescencia, y forma parte del desarrollo nervioso de los perros que sobre esa edad los miedos se exacerban, se ven incrementados. Lo que implica que el problema ya estaba, pero es ahora cuando se hace más evidente. Matizaría lo de «le gruñe sin motivo alguno» a cualquier persona que se acerque. Eso es comunicación, indica un alto grado de incomodidad (o directamente miedo intenso) frente a la invasión de su espacio personal. Él cree que las personas son una amenaza para su vida (lo sé, no tiene porqué tener sentido, a menudo los miedos son tontos y solo están en nuestra cabeza, pero para quien los sufre son muy reales) y que tiene que defenderse, así que avisa de sus intenciones: si no le dan espacio (que es lo que está pidiendo) podría llegar a morder. En cuanto a la ayuda que te puedo prestar, dispones de un asesoramiento personalizado en mi web. Pero podríamos empezar, si lo prefieres, por conocernos mejor y que me des más detalles de vuestra situación, con una sesión gratuita pinchando aquí.
Un abrazo
Hola tengo una bichón maltés de 11 meses y cada vez que me acerco a su comida o a sus juegos ya me muerde directamente y estoy cogiendo miedo y no sé qué pautas hacer
Hola, Merche:
Es normal que te estés asustando por la situación. No existen pautas que puedas seguir a modo de manual para lo que describes. El artículo en el que has dejado el comentario ya debería resultarte orientativo. Si con eso no es suficiente y no sabes realmente cómo proceder o no entiendes lo que está ocurriendo, entonces deberías plantearte el contratar ayuda profesional que estudie tu caso y te asesore de modo personalizado, no dando pautas generalistas, sino un protocolo que se ajuste a vuestra situación concreta y única.
Evita a cualquier profesional que abuse de tu perro (abusar significa bloquear la conducta a toda costa, con collares «educativos», toques en el cuello, tirones de correa, amenazas veladas del tipo «¡EY! ¡SSSHHH! !NO¡», lanzamiento de objetos o provocar la conducta para luego «corregirla»). Evita también a los profesionales que reconduzcan la situación enseñándole órdenes a tu perro (por las malas o por las buenas) para poder dirigirle como si fuera un robot y así cortar la conducta. Tu perro trata de decirte algo importante. Posiblemente necesites a alguien que te explique qué es ese algo, y que abra una vía de comunicación entre tu perro y tú para que puedas entender qué pasa y qué tienes que hacer para que deje de pasar. Y todo eso no es educación o adiestramiento. Hay que ir a la base emocional de la conducta y trabajar sobre ella, no sobre la conducta de gruñir o morder.
Un abrazo
Irene
Muchas gracias.
Hola! Tengo un ovejero de 3 meses (parece de mucho más) y estoy algo confundida.. Ya no se como educarlo. En todos lados dice algo diferente, yo sólo quiero que me haga caso en las normas básicas. A mi pareja le hace caso, a mi me muerde todo el tiempo hasta sangrar, me ladra, se me tira encima, decirle NO es como si nada. El veterinario nos dijo que no tiene buen carácter ya desde que lo trajimos a casa. Y que tenemos que tener cuidado cuando crezca. Es un problema conmigo, yo siempre le Di amor lo mime, respetando sus espacios como dice en el artículo de arriba. Pero cuando veo que ya no lo puedo controlar y me muerde, lo.empiezo a rezongar y pegar (suave).. me desgasta totalmente y me deja triste no es lo que quiero. La verdad que me angustia toda esta situación ya no se que hacer, porque rezongando y pegando hacen que me deje mal a mi, y otra forma no he logrado nada. Cada vez me alejo más por miedo y no quiero yo quería un compañero, un amigo, amo a los perros. Ya no se que hacer, leo y leo pero nada funciona.
Hola, Sofía:
Muchas gracias por compartir tu experiencia, a ver si puedo orientarte un poco.
Veo que estás realmente muy perdida con tu cachorro. La buena noticia es que es muy joven, y por lo tanto puedes aprender y entender lo que ocurre, empezar a aplicar cambios, y ver resultados muy rápidamente.
Cuando un perro hace caso a uno de los miembros de la familia y con otro se muestra tan brusco, es porque tiene mucho más miedo del primero, y ni se atreve a manifestarlo, y menos miedo del segundo, con el que se expresa libremente. Es positivo que se exprese así, porque te está diciendo claramente lo mal que se encuentra y que necesita cambios importantes en vuestra relación.
En todo caso, la razón principal de su conducta es esa, el miedo y la falta de entendimiento con vosotros. Y de ahí que eso es lo que hay que trabajar, el miedo y sus causas, y no las conductas que manifiesta ahora mismo. Piensa por otro lado que si se porta así por miedo, todo regaño, castigo o golpe aumenta notablemente elm iedo y empeora sus conductas. Si con 3 meses te hace sangre, con un año tendrás un problema verdaderamente serio. Así que es el mejor momento para trabajar esta situación y que no vaya a más.
Piensa que él se siente exactamente como te sientes tú. Es solo un cachorrito, y quizá le estéis exigiendo como si fuera adulto. Como pedirle a un niño de seis meses que se comporte adecuadamente. Es mucho pedir. Y eso ya le puede producir miedo ante la imposibilidad de responderos adecuadamente a vuestras demandas.
Así que por ahí deberías empezar. Por conocer las necesidades de un cachorro y las fases de desarrollo de los perros para aplicarlas, dejando de un lado el que te haga caso, eso vendrá solo cuando establezcáis una buena relación.
Y es más que posible que necesites ayuda profesional, porque me da la impresión de que estáis en un callejón sin salida donde tú no le entiendes a él y él no te entiende a ti. Un «puente» que os conecte lo antes posible podría cambiar eso en poco tiempo. Puedes contar con mis servicios, si el modo de trabajo que planteo te interesa, o contratar a otro profesional, pero buscando siempre a alguien que te cuente el tema de las fases del desarrollo y prime el bienestar de tu amigo por encima de buscar que cumpla normas y obedezca y que «se porte bien», cosa que ahora mismo no puede hacer porque es muy pequeño. Y por descontado, que te enseñe un tipo de relación con tu perro en el que sobran las correcciones, llamadas de atención, regaños y castigos, que solo van a empeorar las cosas.
Un abrazo
Irene
Muchas gracias Irene por la pronta respuesta. Gracias gracias y mil gracias. Si la verdad que estoy bastante triste, pero espero que lo puedo solucionar. Yo veo a veces que está mal, cómo loco alterado y no me gusta. Lo quiero ayudar. Yo soy de Uruguay lo que pasa.. Gracias Irene
Un placer, Sofía. Claro que está mal, y por eso reacciona así. Y tú también estás mal, lógicamente. Por eso es importante no seguir por ese camino y cambiar totalmente de estrategia a la hora de educar a tu cachorro. Vais a pasar muchos años juntos, y cuanto antes empieces a disfrutar de su compañía y a entenderle, mucho mejor.
Un abrazo
Hola Irene. Tengo un mestizo de 15 meses y últimamente cuando me siento en el sofá sube detrás mío para morderme las manos y los brazos. He intentado distraerlo con pelotas y juguetes pero no le interesan. Después de bajarlo varias veces y bloquearle la subida empieza a morderme las rodillas, muslos o piernas. Lo q pille. Sin embargo por el día es un amor conmigo y busca mimos y atención.
No entiendo muy bien a qué se puede deber. Gracias por adelantado
Hola, Gloria:
Gracias por tu comentario.
La verdad es que la conducta de tu perro puede tener varias causas, y saber cuál es sin conoceros mejor no es posible. Así que me ceñiré a la causa más probable, a ver si te sirve. Si no tendrás que indagar más por tu cuenta, jejeje.
Parto de la base de que tu perro realiza esa conducta como una señal de que está muy excitado, posiblemente por sobre estimulación (física y/o mental).
Y si el resto del día no realiza esa conducta, es posible que sea lo que ocurre a lo largo del día lo que le va cargando y cargando, con lo que al llegar la noche ya no puede más y le da salida de esa manera.
Por lo tanto distraer o ignorar nunca serán maneras eficaces de manejar la situación.
Ahora bien, determinar, si fuese esa la causa, por qué está tan excitado o sobre estimulado hace necesario dar un repaso a lo que hace y no hace tu perro (y tú con él) a lo largo del día.
Si vive en un entorno urbano y sale a pasear regularmente, yo empezaría por ahí, revisar el paseo, las herramientas, lo que haces tú, lo que hace él, a dónde vais, el modo en que vais, etc.
Normalmente en los paseos hay mucho margen de mejora, y si se hacen sin percatarse de lo que pasa en cada momento, suelen ser una fuente importante de estrés y sobre estimulación para muchos perros, que luego al llegar a casa no pueden descansar bien, y lo manifiestan, entre otras maneras, como has descrito.
Espero que te haya ayudado, un abrazo
Irene
Hola Irene, tengo un perro mestizo de 4 años, lo cogi de una protectora hace dos años y la verdad es que era un perro muy miedoso, miedo a los coches, a los ruidos, autobuses, papeleras….todo eso más o menos esta superado cuando lo saco a pasear. El caso es que hace un año cambie de casa, y en ellos vivimos mi hijo y mi pareja, con mi hijo y conmigo el perro ha estado desde que lo adoptamos, pero con mi pareja lleva un año. No se porqué el otro día le atacó, es cierto que estábamos hablando un poco alto, y nos estábamos riendo, y ladro un par de veces, yo le mande callar, se calmó, pero en un momento de risas se lanzó al brazo de mi pareja, afortunadamente no le hizo nada, solo le marcó. En otra ocasión a mi hijo cuando viene del cole me da un abrazo y nos ponemos a hablar y en ocasiones le da con el hocico en la cara, llegando a hacerle daño, mi hijo tiene 11 años, tengo miedo de que en una de estas ocasiones pueda hacer más daño. Como podría solucionarlo?? Gracias un saludo
Hola, Pilar:
Muchas gracias por comentar tu situación. El problema es muy delicado, a mi juicio, porque cuando un perro muerde, es que ya no sabe cómo comunicar lo que necesita o cómo se siente. Y seguramente ahí esté el problema, por lo que en cuanto a tu duda sobre cómo solucionarlo, veo dos opciones:
1- Que aprendas sobre comunicación canina, sobre cuáles son las necesidades reales de los perros (para poder cubrir correctamente las del tuyo), cómo expresan los perros las emociones, qué conductas son emocionales y cómo ser un buen referente para tu perro, además del modo de crear un vínculo con él basado en la confianza y el respeto. Todo esto no tiene nada que ver con educación o adiestramiento canino, es una cuestión de comprender las emociones de tu perro, saber interpretar por qué se siente así, y saber cómo ayudarle a sentirse mejor. De ese modo no necesitará volver a morder porque podrá ser atendido (y entendido) cuando se exprese de otras maneras (porque tu preocupación es totalmente razonable, puede morder a tu hijo)
2- Que optes por un atajo y contrates ayuda profesional. Recordando que tu perro no está roto ni es defectuoso ni lo has educado mal, es decir, no necesita adiestramiento ni educación, y que no hay que corregir al perro ni inhibir el que muerda, sino entender por qué lo hace y para qué, y ayudarle para que no necesite volver a hacerlo nunca más. No hay muchos profesionales que lo enfoquen así, la mayoría se limitará a bloquear la conducta de morder, y eso convierte al perro en una bomba de relojería, lo cual me parece extremadamente peligroso habiendo un niño de por medio (si no hay nadie controlando e inhibiendo al perro a cada minuto, el perro podrá morder de nuevo, cuando esté a solas con el niño)
Te recomiendo que no lo dejes más tiempo, porque el hecho de que un perro muerda a su familia supone un quiebro en la confianza que se deposita sobre ese perro, y a menudo hay miedo hacia el animal por lo que podría llegar a hacer, lo que deteriora la relación y facilita que los episodios de agresión puedan repetirse en el futuro.
Espero haberte orientado, un abrazo
Irene
Muchas gracias Irene por tus consejos un saludo
Buenos días Irene, hace tiempo que te digo y quería hacerte una consulta.
Te pongo en antecedente un poco. Mi perro se pone muy nervioso con algunos perros (pastores alemanes, perros de estos gigantes, perros mucho más grandes que él…) y en alguna ocasión ha mordido a mi pareja al intentar contenerlo. En esos casos lo entiendo porque mi perro ya está focalizado en el miedo y no es consciente. También tenemos que tener cuidado cuando subimos a casa porque si nos encontramos con algún vecino se ponía a ladrar a intentar atacarle ( ya hace tiempo que no lo hace, desde que lo cogemos más corto de la correa cuando nos hemos topado con alguno, aunque intentamos evitarlo de todos modos).
Pero quería comentarte una situación concreta en la que me mordió y no encuentro la razón tan clara. El otro día nos topamos con un vecino en el mismo tramo de escalera, lo esquivamos cogiendo corto a mi perro que se quedó mirando al vecino pero no gruñó ni notamos que se tensara ni nada y cuando ya lo habíamos pasado me pegó de repente un mordisco en la pierna y siguió caminando como si nada. Tengo que añadir que previamente a eso en el parque se había encontrado con un perro de esos gigantes, aunque ya habíamos dado una vuelta antes de subir para que se calmara (te lo digo por si tiene algo que ver).
Me gustaría saber qué ha sucedido para que reaccione así porque supongo que ha sido una mala gestión por nuestra parte del encuentro con el vecino, a ver cómo podemos mejorarlo.
Muchas gracias!
Hola, Cecilia:
Pues es complicado que pueda resolver una duda tan concreta sin conoceros mejor. Puedo aventurar algo, pero tendrás que cogerlo con pinzas, claro.
Creo que os falta realizar una gestión más global de la vida de vuestro perro, porque parece que se tiene que enfrentar cada día a situaciones que le superan, y os estáis centrando (al menos según lo que me cuentas) en manejar esas situaciones para que las conductas que os preocupan no se den. Pero seguramente se pueda cambiar el enfoque y manejarlo todo de otro modo.
Porque una razón para que mordiera así puede ser porque redirige (y no habéis visto las señales de aviso). Otra razón puede ser porque tiene el cortisol y la testosterona por las nubes desde hace tiempo y simplemente «salta» porque no puede evitarlo. El perro gigante puede ser el detonante, pero no al encontrarlo antes (que también) sino si se lo ha encontrado el día previo o dos días antes. Eso (o más) es lo que puede tardar en aparecer una reacción negativa tras un episodio de estrés intenso. Puede haber más detonantes, también. De ahí la dificultad de relacionar, de buscar «causa/efecto» en cada conducta del perro.
Otra posible causa es que el estrés crónico intenso genera, entre otras cosas, hipersensibilidad cutánea. El contacto físico en esos casos les molesta e incluso pueden percibirlo como doloroso. Si tocaste, aun sin darte cuenta, justo en ese instante, simplemente respondió mordiendo.
Eso seria lo primero que me viene a la cabeza, aunque hay más posibilidades. Como verás, no es sencillo, EmojiEmoji Pero bueno, tal vez esto te oriente.
Un abrazo
Irene
Buenos dias Irene,
Tengo un cachorro de 5 meses de Border Collie y tiene unas conductas que nos gustaría cambiar o saber entender y no sabemos.
En casa gruñe y ladra cuando nos acercamos a su comida/agua o cuando le acariciamos (en el caso de acariciar lo que hace es correr a un juguete a morderlo mientras gruñe/ladra). Lógicamente no siempre se comporta así, muchas veces se deja tocar y mimar sin problema!
El problema más gordo es cuando mi pareja quiere pasearlo, conmigo no suele haber problema, pasea bastante bien a pesar de que a veces estira un poco de la correa. Pero con mi pareja muchísimas veces se pone a ladrar y gruñir estirando de la correa y cuando ella intenta hacer que pare de hacer eso le muerde!
Que podemos hacer?
Hola, Miguel
Pues posiblemente hay estrés mal gestionado. O necesidades que no estáis cubriendo al no saber que existen o cómo cubrirlas. O tiene mucho miedo y no sabe cómo comunicarlo. Hay muchas posibilidades, y como mencionas, no sabéis entender lo que vuestro cachorro trata de comunicar, lo cual es lógico, no es algo sencillo.
Por lo tanto no me queda más consejo que recomendaros que contratéis ayuda profesional, mejor ahora que dentro de seis meses, pues es más sencillo enmendar errores en un cachorro de 5 meses que ir parcheando y tener que resolver muchos más problemas cuando tenga un año.
Elegidlo con cuidado, no se trata de cambiar sus conductas, sino como dices, de entenderle y ayudarle, de proporcionarle seguridad y cubrir sus necesidades. En el momento que se haga eso, sus conductas cambiarán solas. Si contratáis a alguien que se limite a bloquear los comportamientos, aparte de un perro infeliz, tendréis una bomba de relojería (esas conductas bloqueadas saldrán por otros lados). Si contratáis a alguien que cambie las conductas a base de premios y órdenes incompatibles con esas conductas, el problema de base no estará resuelto, y aparecerán nuevos problemas.
Un abrazo
Irene
Hola! Tengo una perrita mestiza desde hace un mes. La encontramos en la calle y no sabemos si la abandonaron. La primera toma de contacto fue estupenda, pero a veces hace cosas que me desconciertan. Ayer por ejemplo, se puso muy agresiva cuando intenté quitarle el arnés. Otro día, me gruñó cuando intenté sentarme en el sofá a su lado. Y el mayor problema es que gruñe a mis sobrinos sin ninguna razón. Lo que me desconcierta es que a veces se enfada y otras no con la misma situación. Que podría hacer?
Hola Lucía:
Entiendo que hace muy poco tiempo que convivís con esa perrita, y aun os estáis conociendo y amoldando unos a otros. En cuanto a tu duda, pues creo que puedes hacer dos cosas. O bien tomarte tiempo y observar mucho, aprender todo lo posible sobre comunicación canina, y aplicar lo que aprendas, ya que tu perrita intenta comunicarse contigo y no está teniendo éxito. O bien contratar ayuda profesional que te permita atajar con este aprendizaje (que tienes que hacerlo igualmente, pero con ayuda será más rápido, directo y seguro). Cuando entiendas qué comunica tu perra, por qué lo hace, y qué puedes hacer tú para que se sienta mejor y más segura, resolverás esta situación y las tensiones que os acarrea.
Un abrazo
Hola Irene, me gusto mucho la nota. Tengo una hembra bulldog francés de 14 meses, estamos todo el día juntas porque trabajo desde mi casa. El «amo» parecería ser mi pareja, ya que a él le hace caso en todo momento, es cuestión de pararse para que ella ya se porte bien. Yo hablo y pasa un tren jajaja. El tema es que a veces cuando estamos jugando juntas mi pareja se acerca y ella me quiere morder, como demostrándole a él que puede hacer conmigo lo que quiera, y él por supuesto la reta y ella se pone peor. En realidad no llega a morderme, jamás me apreta, sólo hace la mímica. Pero él le dice que no me muerda y ella lo busca como diciendo «mira como la muerdo» jajajaja. Tengo miedo de que sea un juego y pase a enojarse de verdad. Qué puedo hacer?
Hola, Florencia:
Gracias por comentar. En cuanto a lo que relatas. Yo pensaría en una cosa, proque ocurre a menudo. No sé si será vuestro caso, que no os conozco, pero te lo dejo aquí y piensas en ello. Cuando vivimos dos o más personas con un perro, y con una se porta de maravilla y todo son fiestas y «sumisión», y con la otra ocurre como contigo, quizá la visión es equivocada. No es que con la otra persona se porte bien, es que con la otra persona tiene demasiado miedo para expresar cómo se siente, por lo que inhibe sus conductas y lo que exterioriza es «portarse bien» según los baremos humanos. Y con la otra persona, con la que siente más confianza y menos miedo, pues lo suelta todo y gruñe o muerde, aunque sea sin fuerza. Así que la respuesta a «qué puedo hacer» me temo que es contratar ayuda profesional que os explique lo que está ocurriendo realmente, y os enseñe maneras más amables y respetuosas de gestionar la relación que retar o regañar a vuestra perrita, ya que de ahí ya pueden estar surgiendo los primeros conflictos que generan las conductas que ves.
Espero haberte orientado, un abrazo