Cómo tratar a un perro hiperactivo

 

¿Tu perro es hiperactivo?

¿No para quieto ni un momento?

¿Parece que no se cansa nunca?

Estas cuestiones se escuchan a menudo entre muchos propietarios de perros, y con frecuencia lo consideran un rasgo de personalidad de su perro, por lo que asumen como normales las conductas asociadas y no se plantean cambiarlas.

O sí, pero no saben cómo.

La verdad es que los perros, más que ser muy nerviosos, están muy nerviosos, que no es lo mismo.

Visto así, puede resultar más sencillo plantearse el conseguir que sean más tranquilos (o estén más tranquilos).

Para ello hay que valorar qué situaciones o acontecimientos ponen nerviosos a los perros (en general) y fijarse en cuáles de ellos afectan a tu perro, para poder corregirlos.

Si corriges esos factores, los reduces o eliminas de la vida de tu perro, estará mucho menos nervioso, y por lo tanto, más tranquilo.

Es decir, no debes corregir ni actuar sobre tu perro para que sea (esté) más tranquilo, sino sobre su entorno y el  manejo que recibe día a día.

La verdad es que la lista de factores que pueden alterar a un perro es larga, y lógicamente no todos se afectan de igual manera ni todos los factores estarán presentes en la vida de todos los perros,  por lo que hay que ajustarse a tu caso en particular.

Pero existe un factor muy importante, que a menudo se descuida (porque no se le da importancia) y que afecta y mucho a cualquier perro: el sueño.

 

La importancia de dormir bien

 

Todos dormimos, y todos necesitamos dormir.

Lo que no tenemos tan claro es que es extremadamente importante dormir, y dormir suficiente y con un sueño de calidad.

Dormir mal o poco un día es irrelevante.

Pero cuando es la norma, los problemas que se presentan son muchos, y afectan directamente al carácter: irritabilidad, falta de concentración, desorientación, cansancio y desinterés, exceso o defecto de apetito, ansiedad, cambios bruscos de humor….

También afecta a la capacidad de aprendizaje y de resolución de problemas: dormir poco o mal nos hace más “tontos”.

Esto nos ocurre a los humanos, y les ocurre a los perros.

Cuando se dice que alguien se muere de sueño, no es solo una frase hecha.

Es real, se puede morir de sueño.

O mejor dicho, por falta de sueño.

Y para que veas cómo de importante es el sueño en la vida, te recuerdo la regla del tres: se puede morir por estar tres minutos sin respirar, tres días sin beber, o tres semanas sin comer.

En esa sentencia, el sueño está en los tres días también (aunque se puede aguantar hasta 10/15 días).

Es decir, para el organismo es más importante de cara a la supervivencia dormir que comer.

Y sin embargo, en la sociedad actual, orientada hacia la productividad, el trabajo, el parecer que haces algo a todas horas, dormir está incluso mal visto.

Da la impresión de que es una actividad inútil, por, precisamente, la aparente falta de actividad (física) y la cantidad de horas diarias que nos ocupa.

Cuando hay que sacar tiempo extra para algo, casi siempre se recorta del sueño.

Total, para lo que sirve.

Y si le damos tan poca importancia, es difícil ser conscientes de que también es fundamental para otras especies.

Incluido tu perro.

 

¿Cómo descansa tu perro?

El perro es un depredador, y como tal tiene ciclos de sueño muy largos y continuados durante el día, a diferencia de las grandes presas, que suelen tener ciclos de sueño muy cortos y repetitivos en ese mismo plazo.

Un perro promedio puede dormir de modo normal unas 16 horas diarias, a veces más.

Para diagnosticar a un perro como hiperactivo (verdadero), uno de los criterios base es que duerma menos de 8 horas en cada ciclo de 24.

En ese caso hay un problema en su sistema nervioso (está enfermo).

Para todos los demás, sean como sean cuando están despiertos, lo normal son muchas más horas, pero deben cumplirlas, o irónicamente la falta de sueño hará que se comporten como hiperactivos, cuando realmente no lo son: simplemente no descansan bien o el tiempo suficiente.

Hay que tener presente que el sueño, además de para reparar los daños físicos menores producidos por el hecho de estar vivos, y para realizar ciertas actividades fisiológicas, sirve para permitir descansar al cuerpo y al cerebro tras las exposiciones a eventos estresantes del día a día.

Un perro sometido a miedo y/o estrés de modo cotidiano necesita descansar bien para recuperarse al 100 % y poder enfrentarse a los miedos y estrés del día siguiente.

También necesita desconectar del entorno para procesar y almacenar los aprendizajes derivados de esa exposición a situaciones estresantes o causantes de miedo o malestar.

De lo contrario, habrá un agotamiento físico y mental que impedirá plantarle cara al día a día, y que derivará en enfermedades físicas y/o alteraciones de la conducta, incluyendo comportamientos agresivos, destructividad e hiperactividad física.

Además se da una paradoja: un perro sometido a experiencias estresantes se duerme más rápidamente (al revés que las personas) pero su descanso es más superficial (y por lo tanto insuficiente).

Y como dormir mal o poco es una fuente de estrés, entramos en un círculo vicioso: el estrés no le permite descansar bien, pero dormir mal a su vez genera más estrés.

Así que una de las cuestiones que puedes abordar si tu perro es muy nervioso, asustadizo o algo colérico en su día a día, es el asunto del sueño.

Posiblemente si mejoras su calidad de sueño, y te aseguras de que puede dormir las horas que necesite, su humor mejore y su temperamento sea más calmado.

No será milagroso, pero todo suma, y mejorar en este punto no implica esfuerzos importantes ni grandes gastos.

Solo una buena capacidad de observación y realizar pequeños cambios en aquello que no esté permitiendo un buen descanso para tu perro.

¿Cómo facilitarle un buen descanso a tu perro?

 

Lo primero es asegurarte de que tu perro dispone de un buen lugar de descanso.

O mejor aun, de más de uno.

Una cama adecuada en tamaño y materiales para él es un buen primer paso.

Aquí es complicado dar una buena orientación, porque hay diferencias entre razas e individuos, por lo que tendrás que indagar un poco y fijarte mucho.

Que tu perro duerma habitualmente en el suelo no es excusa para descuidar este aspecto.

Mis huskies suelen usar la fría y dura baldosa para dormir. Pero a veces eligen alguna de las camas que hay a su alcance.

Si no las tuviesen, nunca las podrían usar.

Si yo elimino esa opción porque veo que suelen preferir el suelo, nunca podrían decirme que a ratos necesita una cama grande y mullida para descansar.

Ellos deciden en cada momento qué es lo más cómodo para su descanso.

Si echas un vistazo a las camas para perros que hay en el mercado, te perderás con tantas opciones.

Al final solemos guiarnos por estética y por lo que nos parece a nosotros a la hora de comprar uno u otro modelo.

Y si eliges el equivocado, puede que tu perro no lo use simplemente porque no le gusta.

Por ejemplo, si estoy en una cabaña en el bosque igual una cama a ras de suelo, sin patas, no me haría mucha gracia (porque permite que todos los bichos del lugar se paseen por encima de mí mientras duermo). No dormiré bien.

Y aunque en las fotos queda genial, una hamaca entre dos árboles no es lo más cómodo para dormir si tienes una edad.

Así que tendrás que ensayar (y equivocarte un poco) a la hora de acertar con la mejor cama para tu perro.

Algunas ideas

El grosor suele ser importante.

Hay camas de apenas 2 cm de espesor, que es casi como dormir en el suelo.

A los cachorros seguramente no les parezca mal, pero a perros de más edad, o muy delgados o de talla grande (pesados) les supondrá lo mismo que dormir encima de una manta. Incómodo.

La forma de la cama, dependerá de cómo suela acostarse tu perro.

Los hay que duermen predominantemente enrollados, por lo que las camas tipo cuna les resultarán más atractivas.

Y los hay que se estiran e incluso ocupan todo el espacio disponible. Un cojín rectangular será más cómodo para este tipo de perros .

En todo caso, los que se enroscan también pueden estirarse en ciertos momentos, por lo que las cunas de paredes rígidas (plástico, mimbre) no serán adecuadas, mejor una con paredes de espuma.

Las almohadas suelen ser bien recibidas, especialmente en perros mayores, así que puedes optar por una cama que tenga una zona más elevada, o añadir la almohada aparte.

Y que la use si le apetece.

Los perros que se enroscan tienen cierta preferencia por las camas con un centro más bajo que el resto de la cama

Por lo tanto los colchones planos les suelen resultar algo incómodos: tienden a rascar y rascar el centro para intentar hacer un hueco en el que acomodarse.

Si lo logran, destrozan la funda y el relleno.

Y si no, no están cómodos.

Para esos perros es de ayuda elegir cunas mullidas en lugar de colchones firmes. Así podrán darle mejor la forma que  desean sin destrozarla.

A los perros más asustadizos, especialmente de razas pequeñas, pueden resultarles muy atractivas las camas cerradas, es decir, como si fueran pequeñas casetas de gomaespuma. Les hace sentirse más seguros en su “cueva” y descansan mejor.

A algunos perros les gusta dormir a cierta altura con respeto al suelo.

Existe una especie de hamaca (que puede usarse sola  o con un colchón encima) que separa su cuerpo del suelo, como una tumbona de playa.

Hay perros que disfrutan mucho durmiendo en este tipo de camas.

 

Finalmente, por alguna razón, el sofá parece agradar a los perros del mundo entero, 🙂

Si no tienes problema con esto, el acceso a un buen sofá es una opción muy apropiada.

Otro factor importante es la ubicación.

Si colocas la cama en un sitio inadecuado, no importa lo buena que sea, no será eficaz.

Si lo piensas, nuestra cama no está en mitad del comedor normalmente.

La actividad de esa estancia impide un descanso adecuado.

Incluso de noche si otros habitantes de la casa se levantan, nos despertarán.

Tenemos una estancia pensada expresamente para dormir.

No digo que le habilites una habitación a tu perro solo para dormir.

Aunque es factible poner una cama en un dormitorio y si él desea estar solo, tendrá esa opción, siendo conveniente que tenga además otra cama en la estancia de mayor presencia humana de la casa.

Pero si tu perro solo tiene la opción de descansar en una habitación donde el resto de los habitantes de la casa están jugando, gritando, viendo la tele, discutiendo, hablando por teléfono o cualquier otra actividad que implique ruido y movimiento, posiblemente no está durmiendo bien (aunque parezca dormir, se despertará cada poco tiempo debido a los estímulos externos).

Así que colocar camas en más de una habitación de la casa permite que tu perro pueda elegir lo que más le conviene.

Valora también los ruidos repentinos, como calderas, lavadoras o neveras, antes de pensar que la cocina es un lugar adecuado para poner una cama.

Finalmente está el respeto al descanso del otro.

Si vives sola posiblemente no sea un problema.

Pero por si acaso, lo digo: no molestes a tu perro mientras duerme.

Lo voy a repetir: no molestes a tu perro mientras duerme.

Ir a acariciarle porque se ha puesto panza arriba y suelta unos gemiditos adorables es despertarle.

Y quizá sobresaltarle (y hacer que se sienta inseguro en su propia cama).

Graba un vídeo si quieres, pero no le interrumpas a diario para rascarle un ratito mientras está durmiendo.

Espera a que abra los ojos, y aun así, piensa si a tu perro le gustan las caricias indiscriminadas o las considera una invasión de su espacio.

Al fin y al cabo, serás tú quien se acerque a tocarle, no él quien lo ha pedido.

Puede que mientras está relajado no quiera interacciones físicas con nadie.

Va por perros.

Pero si en tu casa sois varias personas, hay que transmitir esta norma a todos, y cumplirla.

¿Qué tal te sientes cuando el operador de la compañía de teléfonos de turno te despierta de la siesta para contarte una batallita y venderte algo que no has solicitado?.

Primero te asusta el sonido del teléfono, y luego encima te han despertado para nada.

Así que igual que a los demás no nos gustan que nos interrumpan el sueño para nada, ni que nos salten encima mientras estamos (remoloneando) despiertos en la cama, a tu perro seguramente también le resulte molesto, y los demás humanos de la casa deben respetarlo.

Mención especial a los niños, que seguramente hagan dos cosas:

1-  Interrumpir el sueño del perro constantemente, bien invadiéndole el espacio, bien llamándole a todas horas e incitándole a jugar y lanzándole objetos para que juegue.

2-  No interaccionando directamente con el perro, pero sí armando mucho jaleo, gritando y corriendo por la casa y alrededor del animal mientras éste intenta descansar.

Para resolver satisfactoriamente ambos puntos es conveniente contar con una cama en una habitación aparte donde los niños no entren.

Por un lado deja claro que no deben molestarle mientras duerme.

Nada de entrar en ese cuarto a incordiar.

Y por otro, ellos podrán correr y gritar por el resto de la casa y hacer cosas de niños mientras tú puedes cerrar la puerta para que el jaleo no interrumpa el descanso de tu perro.

Con estas indicaciones ya tienes otro aspecto de la vida de tu perro que tal  vez puedas mejorar, sin mucho esfuerzo ni inversiones elevadas.

Y aunque el cambio parezca imperceptible, seguro que notas mejoría.

 

Este tipo de enfoque te invita a revisar las rutinas y pequeños actos de cada día en la vida de tu perro para realizar mejoras donde sea posible.

Estas mejoras van sumando.

Y cada una supone un pequeño avance hacia una convivencia mejor, con un perro más tranquilo y feliz.

Es mi modo de trabajar.

Si te convence, puedo ayudarte:

 

Pero si todo esto te suena a tontería de tía ñoña con los perritos que en realidad lo que necesitan es alguien firme y con más energía que un parque de placas solares en Almería, pues pasa del asunto, claro.

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