Y es muy difícil salir

 

Es interesante cómo nos aferramos a aquello en lo que creemos y a lo que conocemos.

Aunque sea solo un montón de basura que nos perjudica.

Escucho una anécdota sobre una técnica para cazar monos empleada en algún lugar donde cacen monos.

Para lo que sea.

Dejan unas jaulas con forma rectangular en sus zonas de paso habitual.

Dentro de la jaula hay un cebo muy apetitoso para el mono.

Por lo tanto, cuando un mono se tropieza con una de esas jaulas, no puede evitar acercarse.

Manipularla.

Trastear con ella.

Hasta que da con un agujero que le permite meter su manita de mono.

Entonces, estira bien el bracito, atrapa el cebo, y se lo quiere llevar.

Solo tiene que sacar la mano de la jaula.

Pero la jaula está diseñada de tal modo que no puede sacar la mano.

No mientras la mantenga cerrada con el cebo dentro.

Solo si la abre y renuncia al premio, podrá recuperar su mano y su libertad.

Pero el mono no abre la mano.

Pelea, grita, aúlla, zarandea la jaula.

Pero no abre la mano.

Ya está atrapado.

Es una gran metáfora, ésta.

¿De qué?

De cómo nos agarramos a nuestros conocimientos falsos, a nuestras creencias limitantes, a ideas que nos vienen impuestas desde fuera y que aceptamos sin cuestionar.

Porque sentimos que, si abrimos la mano, si soltamos todo ese lastre, perdemos.

Cuando es justo al revés, es al soltar toda esa morralla mental cuando somos libres.

Cuando podemos salir de esa jaula en la que igual ni siquiera te das cuenta de que te han metido.

Al convivir con un perro, entre unos y otros te han hecho meter la mano en la jaula.

Tú has atrapado al vuelo una serie de ideas y de conceptos que te venden como “mágicos” y adecuados para educar a tu amigo.

Y ya está, ahora no puedes alejarte de todo eso.

Ya eres prisionera, como tantos otros, y no te atreves a abrir la mano y soltar todo lo que te han inculcado ya desde niña.

(Sí, ¿o de qué crees que van las películas con animalito de Disney?)

Bueno, puede que dé menos miedo soltar si tienes un punto de apoyo.

Recibir los correos que mando cada día a quienes se suscriben es uno de ellos.

Y leerte el libro que regalo a los recien llegados, otro, y muy bueno, por cierto.

Así que deja tu email aquí abajo, y empieza a ver el mundo del perro desde otra óptica

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