Una consulta que me hacen con frecuencia es sobre perros que se escapan de casa.

Muchos dueños se asombran de que su querida mascota, a la que consideran bien atendida, se fugue una y otra vez, en ocasiones realizando verdaderas proezas: saltando elevadas verjas, cavando grandes hoyos, esquivando pastores eléctricos –¡¡o soportándolos¡¡-, o simplemente destruyendo las vallas a mordiscos.

 

¿Cómo adiestro a un perro que se escapa?

 

Cuando tu perro realiza una conducta de modo repetitivo e insistente, especialmente si invierte un gran esfuerzo en su realización, es que es importante para él llevarla a cabo.

Que esa conducta te guste o no no es relevante.

Él necesita hacerla, y la hace.

En el caso de los perros escapistas, por norma general las personas tienden a atajar las consecuencias del problema (la fuga), y en eso centran todos sus esfuerzos.

Sin embargo, no intentan modificar las causas para corregirlas, y así sí, tener una mascota satisfecha que no necesita escapar de su casa.

A continuación tienes una lista de las razones más habituales para que tu perro se escape de casa una y otra vez.

Si te paras a analizar qué necesidad satisface tu perro cuando se escapa, y te centras en satisfacerla tú mismo en lugar de bloquearle la huida, él mismo querrá permanecer junto a ti en lugar de buscarse la vida por su cuenta.

 

Aburrimiento

 

Esta es la causa número uno, la más frecuente.

No importa lo grande que sea el espacio disponible.

Una vez tu perro lo ha explorado por completo, se vuelve monótono y poco (o nada) estimulante.

Los animales (especialmente los jóvenes) requieren de más estímulos, que además deben ser novedosos.

Poder caminar en línea recta en lugar de en círculos también suele ser un aliciente.

El contactar con más personas, con otros perros y otros animales es importante para un animal social.

Ciertas razas, además, tienen un elevado nivel de energía (huskies y border collie, por ejemplo), y requieren algo que hacer durante el día a día.

Si no se lo facilitas, lo hacen por su cuenta.

La solución: si tu perro quiere salir de paseo, pasea con él.

Evitarás daños a terceros y sus propiedades, molestias a los vecinos, y potenciales accidentes en los que el perro puede incluso morir.

Si no tienes tiempo o ganas, plantéate contratar a un paseador profesional que cubra esta demanda de tu perro.

Elígelo con cuidado, alguien que se empeñe en dar paseos  militares o que corrija a tu perro cada vez que intenta dar un paso de más no resolverá el problema y creará otros nuevos.

Puedes indagar también si algún familiar o amigo puede ayudarte con los paseos.

Pero no hay excusa, por grande que sea tu terreno, tu perro necesita salir.

Sal con él y disfrutad juntos, así se crea un gran vínculo entre humanos y perros.

Parchear la conducta bloqueando todas las potenciales salidas suele conllevar hiperactividad, vocalizaciones constantes y destrozos dentro de la propiedad, además de un perro alterado, irritable o en ocasiones, agresivo y desequilibrado.

 

Impulso sexual

 

Más importante en machos, pero hay hembras que también “sienten la llamada”.

Cuando las hormonas mandan, los animales obedecen.

Las perras en celo en el entorno de la casa llevan al macho a escapar a toda costa para encontrarlas y tratar de reproducirse.

En el caso de las hembras, obviamente lo consiguen y vuelven a casa preñadas.

Aquí la solución es química (métodos de control de celo) o quirúrgica (esterilización/castración).

No funciona en el 100 % de los casos, pero el nivel de eficacia es muy alto.

Y tiene además ventajas en la salud física del animal a largo plazo.

 

Miedo

 

Ante una situación que provoque pánico en un animal, éste busca esconderse en un lugar que él considere seguro (por ejemplo, dentro de casa).

Si no logra acceso a ese lugar, o no considera seguros los lugares a los que puede acceder, simplemente huye, alejándose del estímulo que lo atemoriza.

Suelen ser frecuentes las escapadas en casos de tormentas y cohetes/petardos/disparos.

Proveer a tu perro de un lugar cerrado y tranquilo, habituarle a él, y darle acceso libre, puede solucionar el problema.

 

Lugar desconocido

 

Cuando dejas a tu perro al cuidado de terceros en un lugar que no conoce, puede sentirse muy inseguro y asustado.

Y tratará de buscarte o de volver a su entorno familiar.

Escapándose del nuevo emplazamiento, claro.

Tómate un tiempo previo, días o semanas antes, para que tu perro conozca el nuevo sitio.

Que pueda olfatear (y si es posible, marcar) a su antojo, que conozca al nuevo cuidador, dando paseos juntos varias veces antes de la separación y jugando con él o dándole algunas golosinas.

También ayuda dejarle objetos personales como su cama y sus juguetes, y alguna prenda vieja (y usada) tuya para que le sirvan de referencia seguramente ayudará a evitar el problema.

Aun así, mantenerle puesto en todo momento un collar con una chapa grabada con un teléfono de contacto puede sacarte de un apuro.

 

Y con estas ideas ya tienes una base para empezar a corregir ese problema.

Pero solo tendrá sentido si estás interesada en el bienestar de tu perro.

Y por lo tanto buscas ayudarle a cubrir sus necesidades.

Si lo único que quieres es que se esté quietecito en casa que para eso tiene mucho terreno, nada de esto te ayudará, claro.

Si quieres conocer más ideas para mejorar el bienestar de tu perro y que no salga corriendo en cuanto ve la puerta abierta, incluso aunque sea un husky siberiano, puedes contar con los correos diarios, y el regalo de bienvenida. Son gratuitos, pero solo funcionan si lees y aplicas.

En el botón:

 

Los demás podéis probar a poner una valla más alta.

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