La teoría del macho alfa es muy popular

Supongo que la conoces, la famosa Teoría de la Dominancia o del Macho Alfa.

No me extenderé contándotela, porque la has oído fijo.

A menos que vivas en Marte.

Porque hasta los que no tienen perro la conocen.

Tampoco me voy a explayar argumentando de dónde ha salido esa teoría (eso ya no lo sabe mucha gente) ni por qué es falsa (eso está claro que tampoco lo sabe mucha gente).

Hoy prefiero contarte una idea que me ha surgido en un paseo con mis perros.

Iba pensando precisamente en porqué es tan popular y tan del gusto de muchos, a pesar de que su propio “creador” lleva muchos años intentando borrarla del mapa (sin éxito, obviamente).

A pesar de que es fácil de desmontar.

Aunque tiene tantos agujeros que parece un colador.

Y éstas son mis conclusiones.

Que son mías personales e intransferibles, y los demás tendrán otras que  pueden coincidir o no.

Si es que alguien más ha pensado en esto.

Yo es que doy paseos muy largos y como no me dedico a mirar el móvil, me queda mucho tiempo para pensar.

Básicamente, creo que hay dos razones, que en principio van de la mano pero pueden darse por separado, que le dan a esta teoría su popularidad.

Te las cuento.

1)  Esta teoría nos permite sentirnos importantes

A las personas nos gusta sentirnos el centro del universo.

Nos gusta ser importantes.

Que otros aprecien que existimos y somos alguien.

Es así.

Está en nuestra naturaleza.

En sí mismo no creo que tenga nada de malo, salvo cuando se empiezan a desarrollar conductas ridículas o directamente peligrosas (para uno mismo o para terceros) con el fin de lograr ser importantes y que todos nos admiren.

Como por ejemplo, hacerse selfies en la vía del AVE cuando viene el tren.

Hay gente que le da por ahí.

Bueno.

Aplicado a nuestro caso, si mi perro es super dominante YO soy el centro porque YO soy el único capaz de controlarle e impedir que se apodere del planeta en plan tirano dictador.

Eso me hace sentirme importante.

Soy necesario.

Sin mí este perro déspota y mandón sería el amo del universo.

Pero gracias a mí y solo a mí, este perro es un corderito sumiso que hace todo lo que yo mando y ordeno.

Ya está.

Ya soy importante.

A mí me suena triste, pero es que la humanidad en general suele andar escasa de autoestima.

Y cada uno arregla eso como puede.

2) Es simple

A mí me encantan las cosas sencillas.

Cuanto más simple es algo, mejor.

Y si no lo es, trato de que lo sea.

Pero es difícil trazar una línea clara entre lo que es simple y lo que es simplista.

Seguro que más de una vez yo me he columpiado con el tema y me he pasado simplificando hasta lograr explicaciones simplistas.

Pero esta teoría raya la perfección de la simpleza simplista.

Básicamente lo que dice es “cuando un perro hace algo que no te gusta, lo que sea, es porque está intentando dominar”.

A ti.

A los demás perros.

Al sofá.

Al vecino.

Al gato del vecino.

Al universo en toda su extensión.

Ya está.

No puede ser más simple.

Y por descontado la solución al problema “tu perro te quiere dominar” no es “seguirle la corriente”.

Es dominarle tú.

Toma simpleza.

No hay que pensar en nada, ni preguntarse porqué.

Ya no es necesario saber nada de comunicación canina ni de cuáles son las necesidades de tu perro.

No importan sus emociones, ni tiene relevancia que su sistema nervioso sea como el tuyo.

Qué más da si está enfermo o si le duele la cadera.

Es irrelevante si resulta que lo que a ti te disgusta es una conducta totalmente normal en la especie.

O si es el resultado de una cascada involuntaria de hormonas que no le permiten al perro elegir sus conductas.

Todo eso da lo mismo.

Eso es demasiado complicado.

La dominancia es simple: tu perro hace algo molesto o preocupante o que no gusta = es dominante.

Y para solucionarlo, domínale tú.

(O paga a alguien para que lo domine por ti).

Y ya está.

Esas son mis conclusiones.

No sé si sirven para algo.

Pero a esto dedico parte de mis tiempos de paseo.

A hacerme preguntas que yo misma me respondo, 🙂

En cualquier caso, a mis clientes les digo que aparquen esa teoría donde debe estar: en el desván de sus recuerdos obsoletos.

Si quieren argumentos, se los doy.

Pero lo mejor que puedo decir es “¿Quieres que tu perro sea tu mejor amigo? Pues trátalo como tal. ¿Dominas a tus amigos cuando no les entiendes o te molestan o te hacen enfadar? Pues eso”.

Así que si quieres saber porqué tu perro se porta como lo hace si lo de la dominancia queda descartado.

Y ya que has llegado hasta aquí, lo mismo te apetece leer un libro donde doy ideas que puedes aplicar ya, y ninguna tiene que ver con teorías descartadas hace 50 años.

También mando un correo diario a mis suscriptores con reflexiones como ésta.

Si te ha gustado, pues con darle al botón, puedes seguir leyendo.

Si eres de las que cree ciegamente en las relaciones asimétricas donde o mandas tú o manda el otro, igual es mejor que visites otros blogs en  lugar de este.

error: Este contenido está protegido