Un perro feliz es un perro tranquilo

 

He trabajado con muchos huskies en los últimos 20 años.

Como he convivido con unos cuantos y he aprendido lo mío sobre comportamiento y son algo peculiares, pues me llama mucha gente que tiene uno para que les ayude.

Sería especialista en huskies si esa especialidad existiese, jajajaja.

Bueno.

El caso es que recuerdo a un chico que tenía un husky de unos 7 años.

Tenía algún problema con otros perros, tiraba mucho de la correa, y no podía soltarlo porque no le hacía ni caso.

Lo habitual en mucha gente que convive con siberianos.

(Y con otros muchos perros, la verdad)

Así que tras estudiar su caso y conocer al perro, le voy marcando algunas pautas.

Y quedamos un día para iniciar al perro en el tiro de trineo.

En el tiro de bicicleta, realmente, porque nieve por aquí tenemos poca.

He iniciado a muchos perros y he hecho el ganso muchos años sobre la bici, carros de 3 ruedas y trineos de verdad, así que esta parte la hago yo.

Siempre que me resulta posible.

(A distancia no, lógicamente)

Así que le pongo arnés al perro, le presento todo el material, le cuento lo que vamos a hacer, y nos ponemos en marcha.

Tengo previsto hacer un kilómetro o así.

Esto me sirve para muchas cosas.

Una de ellas es valorar porqué tira el perro de la correa.

Hay muchas razones, y si nos limitamos a forzarle a que no tire, fracasamos fijo.

Si buscamos la razón y la corregimos, el perro deja de tirar.

Corregimos la causa, no al perro.

Eso es importante.

Así que nos ponemos en marcha.

Y a los 200 metros el husky ha entendido perfectamente de qué va la fiesta.

Y lo hace de maravilla.

(Me encantan los huskies, jajajajaja)

Como tiene tanto entusiasmo y va tan bien, me da reparo pararle.

Le dejo seguir.

Y seguir.

Y seguir.

Cinco kilómetros y decido que ya basta.

Agotar al perro tampoco es buena idea.

Llego junto al dueño y le explico lo que haremos a continuación.

Y tras terminar la sesión, me dice que quiere comprar material para tiro y salir con él regularmente.

Yo no le he dicho que lo haga, lo quiere hacer él.

Le he visto la cara cuando volvíais, y en 7 años jamás le había visto esa expresión y ese brillo en los ojos. Parecía realmente feliz

Pues queda todo dicho.

A menudo muchos problemas de convivencia con el perro se deben a necesidades no cubiertas.

Más allá de comer, dormir, beber o salir a caminar, todos los perros tienen una serie de necesidades.

Y pueden variar mucho entre perros, pero todos intentan satisfacerlas.

Lo necesitan.

Y si no les ayudan, intentan buscarse la vida.

En ese momento es cuando aparece el conflicto.

No me entiendas mal, en este caso no es que el perro necesitara “correr hasta agotarse”.

De hecho podríamos haber seguido, porque no estaba agotado en absoluto.

Era otra cosa lo que necesitaba.

Y esa salida con la bici se la estaba dando.

Tu perro puede necesitar eso.

O puede necesitar cosas diferentes.

(Que será lo más probable)

Pero si no se lo das o le permites acceder a ello, lo intentará con todas sus fuerzas por su cuenta.

Y entonces tendréis roces.

Él no será feliz.

Y tú tampoco.

Quizá necesites ayuda para solucionar esto.

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