Entender a tu perro es una habilidad

Mira.

Hace unos días, hablando con una amiga sobre habilidades y cosas que se nos dan bien o que se nos dan fatal, le comenté que, en mi muy subjetiva opinión, las habilidades y aquello que se nos da fatal a menudo es por una cuestión de práctica.

Quiero decir.

A mí se me daba fatal orientarme.

Me ponías una venda en los ojos, me dabas un par de vueltas en el salón de tu casa, y ya no sabía dónde está el pasillo.

Bueno.

Eso era antes.

Como me gusta mucho ir por el monte, y suelo elegir sitios sin gente ni apenas civilización, pues me he perdido unas cuantas veces.

Más de las que puedo recordar.

Menos mal que los huskies no son de perderse, se dan cuenta de la torpeza de su humana, y me sacan del bosque.

Si no aun estaría dando vueltas por alguno.

Igual piensas que eso en la era de Google Maps es una chorrada.

Pues ya te digo que no, las zonas a las que suelo ir a perderme no tienen cobertura.

¿Cómo te quedas?

El caso es que hace mucho decidí que ya estaba bien de hacer el panoli por el bosque.

Me pille un GPS (de aquella eran unos trastos) y con eso y un mapa, me iba a sitios remotos.

Marcaba en el GPS el lugar donde había aparcado el coche.

Lo apagaba.

Echaba a andar siguiendo alguna pista marcada en el mapa.

Y a las dos horas o así me tiraba bosque a través.

Y seguía andando.

Y luego me decía “vale, ahora tienes que intentar encontrar el coche tú solita”.

Pues una vez, cuando llevaba cuatro horas pateando un precioso hayedo buscando un río que debería guiarme hacia mi destino, me encontré a un tío apoyado en un árbol.

Como si estuviese esperando el autobús o algo.

Buenos días”

“Buenos días

Eso fue todo.

Yo le miré de reojo al pasar, pensando  “seguro que me tiene que preguntar algo, este se ha perdido fijo”.

Pero no me dijo nada.

Para mí que prefería estar muerto antes que reconocer que se había perdido (y mucho), jajajajaja.

En fin.

Ahí le dejé.

Y llegué hasta el coche.

Y me fui a casa.

Y repetí esto unas cuantas veces.

Muchas.

(Aunque nunca volví a encontrar a nadie “esperando al autobús”)

Y gracias a eso mi sentido de la orientación mejoró notablemente.

No digo que nunca me pierda, ya me gustaría, pero se me da bastante mejor orientarme.

Y es lo que hay.

A veces algunas personas tienen una “habilidad innata”.

Pero la verdad es que a la mayoría, cuando algo se nos da bien, es porque hemos practicado.

Y practicado.

Y practicado.

Y cuanto más practicas, mejor se te da esa habilidad.

Relacionarse con otras especies, perros incluidos, también es una habilidad.

Se adquieren ciertos conocimientos, se observa, se escucha, se practica, y se aprende.

Se practica y se aprende.

Y se mejora.

Y cada vez se mejora más.

Hasta que te sale como algo espontáneo, como si hubieras nacido con esa habilidad mira-tú-qué-suerte-tienes.

Pero cuanto más practicas y te esfuerzas, más “suerte” tienes.

Así que es todo el truco que tiene: practicar.

Tengo un servicio donde te oriento con este tema.

Luego ya te toca a ti el observar, escuchar, practicar y esforzarte.

Por eso no hay trucos mágicos ni atajos ni varitas de Harry Potter.

Porque esto es una habilidad como cualquier otra.

Y la práctica es el camino.

Puedo guiarte.

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