La dependencia genera miedo

 

Si tienes problemas para dejar a tu perro solo en casa, igual esto que voy a contar te interesa.

Y es que normalmente se explica lo de que tu perro la líe cuando le dejas solo como que no ha aprendido a quedarse solo.

Que no sabe que vas a volver y por eso se pone de los nervios.

Y te pone a ti de los nervios.

Y a veces, también a los vecinos.

Todos subiéndose por las paredes por algo tan nimio como que has salido un rato a la calle.

Pues te cuento un cuento un poco rarito para ilustrar la situación.

Había una vez una chica.

Campesina.

Princesa.

Noble.

O como sea.

Era joven, mona, alta, guapa, ojos claros, ojos negros, pelo negro, pelo claro, da igual, seguro que era perfecta.

Y vivía una vida estupenda o una vida de mierda, según lo que le haya tocado al principio del cuento.

Y pasan unas cuantas cosas y su vida se detiene.

Se duerme para toda la eternidad.

O queda encerrada en alguna torre para toda la eternidad.

O se convierte en alguna cosa no tan mona y no tan guapa.

Para toda la eternidad.

Y se tiene que pasar toda la eternidad esperando a que vengan a rescatarla.

A que alguien la ayude.

Pasiva.

Parada.

Victima.

Dependiente.

Bueno.

Ahora los cuentos han evolucionado y ya no van mucho en esta línea.

Pero la verdad es que este es el tipo de cuento que nos han vendido durante mucho tiempo.

Lo que nos han enseñado.

(Espera a que otro resuelva tus problemas, florero inútil)

Y lo que, sin darnos cuenta, enseñamos a otros.

Por ejemplo, a los perros.

Quizá no es que tu perro no haya aprendido a quedarse solo.

Que vuelves siempre.

Tal vez es que ha aprendido que depende por completo de ti.

Para sobrevivir.

Para que le rescates.

Para que le protejas de todo mal, real o imaginario.

Y lo que hace cada día cuando te vas es pedir socorro.

Llamarte para que le salves.

Porque cree, en su cuento, que no puede vivir sin ti.

Que no puede hacer nada solo.

Que es un florero inútil que depende por completo de terceros.

Y eso pone nervioso a cualquiera, la verdad.

Pues tengo un curso.

Que habla sobre perros que creen que no pueden quedarse solos.

Y te da razones por las que tu perro puede pensar eso.

E ideas para que apliques en su día a día y que deje de pensar así.

De ese modo él gana en autonomía.

Y tú, pues también.

Y mientras lo piensas, puedes recibir correos contando cuentos como este.

Uno al día.

Para que le des unas cuantas vueltas a la cabeza a todo aquello que das por sentado en los perros.

Y que lo mismo está equivocado. O igual no.

No lo sabrás si no te apuntas

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