Este curso está pensado para personas que se preocupan mucho por no molestar

Resulta que el modo más sencillo de que tu perro no ladre es que tengas mucha suerte.

Y te haya tocado el que no quiere o no necesita ladrar para nada.

Tener un aura que permite hablar telepáticamente con los perros también asegura el triunfo

Yo no tengo aura, que yo sepa.

Y la suerte, pues según cómo se mire.

Algunos de mis perros no ladran, y otros, sí.

Y cuando me tocan perros que ladran, tengo un grave problema: mi elevada sensibilidad al ruido.

Soy tan sensible al ruido que maldecía a mi vecina de arriba por caminar con tacones por su casa.

Y pensaba en organizar una masacre cuando mi vecino de al lado tiraba de la cisterna a las cuatro de la madrugada.

Así que me mudé al fin del mundo para escapar.

Pero si mis perros ladran, mal (para mí)

Y qué decir de los de mi vecino, esos sí que ladran.

Doble mal para mí.

Así que he reunido en un curso las razones por las que ladran los perros.

Y luego, las soluciones para que esas razones dejen de existir.

Adiós a (casi) todos los ladridos.

Y ahora lo importante: cuando un perro ladra, lo normal es buscar fórmulas para hacerlo callar.

Collares eléctricos o de citronella.

Estranguladores, de pinchos, cordinos.

Regañar, corregir, amenazar, chistar, castigar.

Premiar, jugar, informar de que no.

Todos estos sistemas tienen algo en común: matan el ruido cerrando la boca al perro.

Y ya.

Las causas por las que el perro ladra, son irrelevantes.

Pues es una manera de abordar el problema, sí.

Yo prefiero otra, a ver qué te parece a ti.

Como mis perros me caen muy bien, los perros de otros también, y me gusta ser amable con los demás (especialmente con los perros), he optado por centrarme en las causas.

Y no en la consecuencia.

Y lo mismo estás pensando “pero para mi caso no servirá”

La verdad es que da igual cómo seas.

No importa si eres una adolescente menudita o una abuela de 90 años. Si vives sola o compartes espacio con una familia de 9 miembros. Si es tu primer perro o has pasado toda tu vida entre ellos.

Tampoco es relevante si tu perro es un chihuahua o un dogo, es un cachorro o pasa de los diez años.

Da igual si es de raza exótica o un mestizo Nisu.

Ni siquiera importa si es azul, como los perros de Chernobyl.

Todo eso es indiferente. No me hace falta conoceros para saber que la forma que propongo en el curso para abordar este problema es la más eficaz y amable que existe.

Y sirve para todos los perros.

 

Piensa bien en esto

 

Imagina que tu perro ladra a otros perros porque le duele la cadera

¿Tiene sentido “llevarle con más perros para que socialice”?

Es una pérdida de tiempo.

O imagina que tu perro ladra porque una alta carga de estrés le vuelve muy sensible al sonido (esto es fisiología)

¿Sería práctico exponerle al ruido “para que se acostumbre”?

Otra pérdida de tiempo.

Puedo seguir, pero ya captas la idea.

Y dicho esto, este curso va de cómo gestionar con amabilidad y elegancia el exceso de ladridos.

¿Ves estos dos perros?

Pues el oscuro es mi galgo ladrador. Y el rubito es el perro de mi vecino.

Menudo par de dos.

Aplicando con ellos lo que se cuenta en el curso, los ladridos han caído en un 95%

A mí me vale. Y a mi vecino, ni te cuento.

 

En este curso vas a aprender 3 cosas:

 

1-  Identificar las causas de ladridos en perros

Porque buscar soluciones sin conocer la raíz del problema es caminar por un abismo un día de huracán. Aquí tienes el punto de sujeción que necesitas para ir sobre seguro.

2-  Maneras tradicionales de gestionar los ladridos

Funcionan muy pocas veces, así que aprende en qué casos tienen sentido y evita perder el tiempo. Aquí va el conductismo de toda la vida, o acción/reacción, si te resulta más familiar.

3-  Maneras actuales de gestionar los ladridos

Estas funcionan muy a menudo, y te cuento cuándo conviene usarlas. Aquí van también algún truquito y suplementos que puedes valorar y que no drogan a tu perro.

 

Te aclaro una duda que te corroe por dentro

 

Y si estás pensando que, si es tan bonito y tan sencillo, por qué no lo hace todo el mundo, te voy a explicar por qué:

Porque “no vale para cierto tipo de perros” (supongo que son de Júpiter, y tienen seis patas, cero orejas y brillan en la oscuridad)

Porque “actuar así es consentirlos y harán lo que les dé la gana” (y lo que les da la gana es ladrar, pasarlo fatal, y que quienes le rodean también lo pasen fatal. Malditos perros consentidos)

Porque “este caso es especial” (alguno hay, pero casi siempre esa es la excusa perfecta para no probar. Si no pruebas, no tienes éxito, y no tienes que lamentarte por no haberlo sabido/hecho antes)

Porque “si le haces caso cuando ladra, le refuerzas el ladrido y cada vez lo hará más” (este es el que más me gusta, y puedo demostrarte que incluso premiando con comida al perro que ladra, se puede conseguir que ladre menos)

Igual hay más motivos, ahora mismo se me ocurren estos.

Son el escudo perfecto para no tener que reconocer que había otra manera, y que era más agradable que corregir, castigar, controlarlo todo o pasear cada día con una bolsa de premios.

Es mejor enrocarse en “a mí no me va a funcionar” que comprobar que llevas años peleando con tu perro, cuando no era necesario ni agradable para nadie.

Poca gente puede soportar algo así. Y lo sé porque es una frase recurrente entre mis clientes:

 

Ojalá lo hubiera sabido antes…

Cómo he tardado tanto en aprender esto…

Si hubiera conocido esto hace dos años…

 

Sin ir más lejos, el perro de mi vecino. Sí, el de la foto.

Mi vecino llevaba 5 años enfrentándose a su perro.

Empezó con premios y juegos.

El listo del peludo se comía todo lo que le daban en modo piraña, y jugaba como si no hubiera un mañana.

Para retomar los ladridos un minuto después.

Luego siguió por las clásicas correcciones.

Y continuó maldiciendo a sus antepasados y dejándole solo “a ver si ignorándole se calla”

Pero no se callaba.

Ladraba cuando yo abría una ventana o cerraba una puerta.

Ladraba cuando alguien pasaba por delante de la casa.

Ladraba cuando hacía viento, o llovía, o los robles soltaban bellotas, o los niños de otro vecino gritaban.

Cuando venía algún repartidor, cuando aparecía otro vecino con sus vacas, cuando yo entraba o salía de mi casa.

Cuando se colaba un gato en la finca, cuando alguien usaba la desbrozadora, la motosierra o un martillo.

Y, si crees que eso es mucho, a menudo ladraba a la nada. Al aire. A algo que solo él podía ver y oír. Quizá tiene un amigo imaginario.

Y esto era de día y de noche.

No estoy segura de cuándo dormía ese animal.

Un día mi vecino se hartó, aunque no sé por qué.

Ni me importa.

Y me pidió ayuda.

Le conté lo que hay en este curso.

Y mira que pensé que era una pérdida de tiempo y que no funcionaría.

No porque su situación sea diferente, su perro sea especial, o el curso contradiga todo lo que sabe sobre perros.

Nada de eso.

Porque no le iba a gustar lo que cuento, y no haría caso.

Pero lo hizo. Todo. A rajatabla.

Y unas semanas después, la mejoría era notable.

Unos meses después, su perro casi no ladra, y cuando lo hace, tiene un buen motivo.

Pero su cuidador sabe cuál, y puede actuar en consecuencia.

Lo que he ganado en calidad de vida no te lo puedes imaginar.

Y lo que le ha cambiado la cara a ese perro, y a mi vecino, tampoco.

¿Podré disfrutar de un rato de silencio algún día?

Seguramente.

No sé si lograrás que tu perro tenga menos conversación que una farola, pero sí que ladre mucho menos, esté más tranquilo y tenga otras alternativas (más silenciosas) para comunicarse contigo. 

No te hará falta estrangularle, darle toques ni electrocutarle.

Y la citronella, para los mosquitos.

 

140 €

¿Qué incluye el curso?

 

La base del curso son nueve módulos que podrás leer en formato página web. Ahí te explico las causas por las que los perros ladran, los factores que más influyen, las emociones que están provocando esta situación, y las diferentes estrategias que puedes seguir en función de cuál sea el problema real de tu perro.

Se incluyen, además, ejercicios para situaciones muy concretas, como que ladre en el coche o en el jardín, o según si ladra a objetos inanimados o a «cosas» vivas, como personas u otros perros. Para cuando la solución conductista te resulte útil.

También tiene unos archivos de audio que contienen lo mismo que las páginas web. Si no tienes tiempo de leer (o no te gusta), puedes escuchar.

Además, hay unos esquemas de consulta rápida para que visualices de un vistazo las ideas clave, y puedas consultarlas rápidamente sin tener que buscarlas por el texto.

 

3 extras que te llevas del curso…

 

1-   Al final hay un truco estupendo y muy divertido para cuando tu perro ladra como poseído al pasar por delante de vallas donde otros perros le ladran como poseídos. No tiene nada que ver con exorcismos.

2-   Te han dicho que esto se arregla castrándolo. Pues casi seguro que no. Casi. Podrás tenerlo mucho más claro cuando veas el tema que trata ese espinoso asunto.

3-   Una idea sencilla y muy eficaz para cuando tu perro se queda afónico ladrando en casa, y te preocupan los vecinos.

 

Pero no te vengas arriba

 

Si te preguntas si aplicando el curso tu perro se convertirá en un adorno de jardín, la respuesta es no.

Lo que hay en el curso no es instantáneo, ni mágico, ni se basa en pautas de paso uno-paso dos-paso tres.

La magia la dejamos para la tele, y las pautas regladas, para entrenadores con bono-sesiones.

Tendrás que esforzarte un poco. Bueno, en algunos casos será bastante.

Y siempre habrá algunas cosas en tu contra que no está en tu mano cambiar: la genética de tu perro, la hipersensibilidad al ruido, las obras de tu calle…

Así que un perro mudo no vas a conseguir, pero sí que tendrás herramientas para gestionar el día a día y cada posible contexto, y mejorar (mucho) tu situación actual.

 

140 €

PREGUNTAS HABITUALES

¿Cuanto cuesta?

140 euros, incluidos impuestos, vivas donde vivas

¿Para cuándo podré ver resultados?

Ni idea. Porque no depende de mí. Ni de ti. Y solo depende a medias de lo que hagas o dejes de hacer.

Por descontado no te estoy vendiendo la varita de Harry Potter, así que magia tampoco prometo.

Todo va a depender de tu perro. Cada uno necesita su tiempo, y hay que respetarlo.

Forzar e impacientarse no solo no funciona, es que empeora el problema.

Lo que sí puedo decirte es que se empiezan a notar los avances en unos días, como máximo en un par de semanas, en la mayoría de los casos.

La resolución ya es otra historia.

Pero como no se va a resolver es ignorando el problema, o castigando y estrangulando a tu perro para que se calle.

Así que ánimo, paciencia, y piensa que a tu perro ladrar tanto también le agota.

En cuanto le presentes alternativas, seguro que también las prefiere.

¿Me llevará mucho tiempo al día aplicarlo?

La primera parte del curso implica una serie de cambios que debes realizar en tu mentalidad y en el modo de manejar a tu perro.

Eso no supone más tiempo, solo un esfuerzo personal que a menudo resulta costoso. Pero es necesario.

Luego ya depende de cuál sea tu punto de partida.

Si tu perro ladra porque le has enseñado (inadvertidamente) a ladrar, unos minutos al día para cambiar ese condicionamiento resultarán suficientes.

Si tu perro ladra porque tiene dolores, bueno, lo que se tarde en el veterinario en determinar qué le pasa y qué hay que hacer.

Pero si tu perro ladra por miedo descontrolado o estrés elevado, eso sí te va a llevar tiempo solucionarlo, sí.

No es que haya que invertir mucho al día, la verdad.

Lo que sí tendrás que hacer es organizarte, planificar acciones diarias para mejorar, y aplicar las indicaciones con constancia y para el resto de la vida de tu perro. 

Y eso implica cambiar hábitos. Que no es tanto una cuestión de tiempo como de determinación. 

 

Si no sé nada de perros, ¿me será útil?

Bueno, la verdad es que muy poca gente de la que convive con perros sabe algo de perros.

La mayoría cree que sí, pero en realidad no.

Tú al menos ya tienes claro que el desconocimiento está ahí, y que lo mismo por eso tienes este y otros problemas.

El que cree saber mucho, hará lo mismo que has hecho tú hasta ahora (regañar, estrangular, gritar, darle tirones de la correa) y conseguirá lo que has conseguido tú hasta ahora: tener dolores de cabeza recurrentes.

Solo que tú has dado un paso más, y te has planteado que lo mismo tu desconocimiento tiene influencia en el problema.

Y es así.

Lo mejor es que eso tiene fácil arreglo.

Ah. Y si lo que ocurre es que piensas que habrá tecnicismos de esos de cinco sílabas, ejercicios sofisticados propios de un adiestrador profesional o un contenido que valdría para conseguir un master en comportamiento canino, para nada, no van por ahí los tiros.

El contenido es el justo para que entiendas lo que ocurre y apliques soluciones.

Fácil de comprender, asimilar y aplicar.

Y si no sabes nada de perros, la falta de prejuicios e ideas preconcebidas (del tipo «le ladra a todo porque quiere dominar«) jugará a tu favor.

Así que este curso es para ti.

Hay otros más baratos/es poco contenido para lo que cuesta

Entonces deberías optar por lo más barato y no comprar este curso. En serio. Si piensas que por menos dinero puedes obtener lo mismo o más, no sería inteligente rechazar semejante oportunidad.

Y si estás convencida de que un curso se valora por la cantidad de contenido que pueda incluir, sin considerar la calidad del mismo y la ausencia de paja como un valor en sí mismo, entonces simplemente no le vas a sacar partido, y estarías tirando tu dinero

¿Hay algún tipo de soporte?

Sí.

Además de los materiales, puedes consultar tus dudas vía mail siempre que lo necesites. Tanto de tu situación actual como del propio curso, o cualquier dificultad que tengas para ajustarlo a tu situación o al aplicarlo.

Contesto en un plazo de 24 horas, de lunes a viernes.

Pero ten en cuenta que el curso es «hazlo tú mismo«.

Eso significa que el soporte no incluye que te asesore de modo personalizado sobre vuestro problema ni sobre otros problemas de conducta. Para eso ofrezco un servicio específico.

Puedes enviar tus dudas a guau@comunicacionyrespeto.com

¿Cuánto tiempo tengo para hacerlo?

Todo el que quieras. El acceso es de por vida, actualizaciones incluidas.

¿Qué garantías me das?

Casi ninguna, en realidad.

La verdad es que no estás comprando un manual para un lavavajillas.

Me gustaría que te pensaras bien si este curso es lo que necesitas antes de comprarlo.

Lo he creado para ayudarte a entender este problema, y para que aprendas indicaciones claras y sencillas, que luego debes aplicar cada día para resolver este conflicto.

Si solo lo lees, no servirá de nada. Si solo lo aplicas a trozos o cuando te apetece, o no determinas claramente cuál es tu punto de partida antes de ponerte a trabajar, perderás el tiempo, y no funcionará.

Así que solo puedo garantizarte esto:

1) Todo el curso está enfocado en trabajar PARA tu perro, no para tu entorno social ni para tu comodidad (aunque igualmente saldréis beneficiados). En él no se recomienda ni sugiere el uso de ninguna herramienta o actuación que fuerce al perro, le limite o coaccione de ninguna manera. Lo he escrito pensando en tu perro, no en ti. Quizá eso te moleste, pero es él quien no está logrando comunicarse y que le entiendan, así que tenía que hacerlo de ese modo.

2) Si lo aplicas todo, paso a paso, sin saltarte nada y sin abandonar a los pocos días, verás mejorías seguro. No sé si muchas, o si serán suficientes para ti, pero desde luego tu perro va a mejorar y va a ser mucho menos ruidoso. Si con eso te sirve, este curso puede serte muy útil.

Si esperas que te cuente cómo enseñarle a tu perro a callarse a la orden, que sepas que está explicado cómo se hace en el curso, pero que casi nunca te va a servir para nada.

Te lo digo ahora para que no te sientas decepcionada, claro. En ese caso, mejor no lo compres. Es tu elección. Pero piénsalo antes

¿Vale para X?

Donde X es lo que tú quieras. La raza de tu perro, su edad, su tamaño, su sexo, castrado o no, adoptado o de criadero de renombre, blanco, a manchas, verde, de pelo largo o sin pelo…

Vale incluso si tienes dos perros y les has puesto Educación y Sanidad.

Eso sí, hay contextos en los que no te servirá:

1 Si te da pánico molestar u ofender a desconocidos

2 Te aterra la idea de priorizar a tu perro por delante de los Tontos Alfa del parque

3 Tienes una autoestima tan baja que piensas que tu problema es que no eres muy líder y mucho líder, y esa es la fuente de todos tus males

4 Solo vas a leerlo, pero lo de aplicarlo, implicarse y empezar a actuar, ya tal

Los puntos anteriores igual suenan a broma, pero no. Tirarás el dinero si te sientes muy identificada con alguno.

¿Cuál es el contenido del curso?

Nueve módulos con toda la información que necesitas para comprender por qué tu perro ladra, y las distintas soluciones que se adaptan a cada causa.

Nueve audios para cuando no quieras o no puedas leer.

Esquemas de consulta rápida con las ideas principales muy resumidas.

Ejercicios detallados para los (pocos) casos en los que los protocolos conductistas son eficaces.

Soporte vía email para resolver dudas.

¿Qué pasará cuando lo compre?

En cuanto hagas la compra recibirás un PDF con instrucciones.

En ese PDF verás un enlace para poder acceder de inmediato al curso completo. La página de entrada lleva contraseña, introdúcela tal cual viene en el PDF.

Todo esto está automatizado de modo que se ponga en marcha nada más realizar el pago, a cualquier hora y cualquier día del año.

Por lo tanto, si la automatización falla y no recibes nada, o algún archivo no funciona, o lo que sea que no va bien, escríbeme a guau@comunicaciónyrespeto.com indicándome qué va mal, y te lo resuelvo lo antes posible.

¿Este curso es homologable?

No. No puede serlo, ni ahora ni en un universo paralelo. En España solo se homologa el curso de “adiestramiento base”. Y la educación amable trabaja en un sentido diametralmente opuesto a cualquier tipo de adiestramiento.

Si te preocupa esto porque buscas títulos para engordar tu currículo o llenar una pared vacía, entonces mira mejor en CEAC (en serio)

Además de ladrar por todo pega unos tirones de correa que descoyuntarían a un buey

¿Eso tiene arreglo?

 

En principio, sí.

No es la finalidad de este curso, pero los cambios que te explico tienen efectos colaterales positivos.

Como que tu perro tire menos de la correa. O que duerma más.

O que tú duermas mejor.

Y te duelan menos los brazos y hombros.

Todo está conectado. 

Lo entenderás cuando lo leas.

 

140 €

error: Este contenido está protegido