¿Cómo puedes gestionar la frustración de tu perro o enseñarle a que se autocontrole?
Seguramente te ha pasado que tu perro se altera mucho cuando va a ciertos sitios por la calle, y tira de la correa para llegar antes.
O que se impacienta cuando vais a salir de casa, y apenas puedes ponerle el arnés por lo mucho que se mueve.
O incluso si te retrasas en darle algo que espera, te suelta algún pequeño mordisco.
Todas estas situaciones tienen en común un alto grado de excitación y una baja tolerancia a la frustración.
¿Qué es realmente la frustración?
Es el sentimiento de disgusto que tenemos cuando tratamos de conseguir algo que tenemos la expectativa de alcanzar, y no lo logramos al momento o fácilmente.
Cuando se tiene una baja tolerancia a la frustración, lo que ocurre es que si no se logra el objetivo deseado en un plazo corto de tiempo, la sensación de disgusto es rápidamente sustituida por un gran nerviosismo o directamente por enfado (eso dependerá, sobre todo, de cada perro).
Y las manifestaciones visibles son conductas poco deseables e incluso preocupantes.
Tratar de corregir o cambiar esas conductas pensando en cómo gestionar la frustración de tu perro no suele ser eficaz, porque están provocadas por una emoción de base.
Y es sobre esa emoción sobre la que debemos trabajar.
Dicho de otro modo, tienes que trabajar para mejorar la tolerancia a la frustración de tu perro en otros contextos donde esté tranquilo y puedas enfrentarle a pequeñas dosis de incomodidad para que aprenda a manejarla.
En lugar de tratar de controlarlo o calmarlo cuando ya ha perdido los papeles.
Es un trabajo algo lento, pero divertido, pues se basa en el juego.
Y dará sus frutos gradualmente, pues lo que se busca es hacer participar al perro de los ejercicios para que se divierta y aprenda poco a poco a controlarse y a aceptar que no siempre será lo que él quiere, o no siempre será ahora mismo o sin esfuerzo.
Y con esto tratamos también de aumentar su capacidad de pensar (en lugar de dejarse llevar por las emociones y actuar), y de madurar, ya que irá haciendo extensivo el aprendizaje del juego a las situaciones cotidianas donde ahora mismo tiene problemas.
Por eso lleva algún tiempo: cada perro necesita un proceso de maduración para generalizar lo aprendido en los juegos a la vida cotidiana.
¿Qué ejercicios puedes hacer para mejorar la frustración?
Hay varios, yo propongo estos cuatro.
(IMPORTANTE: Todos los juegos se harán en entornos sin distracciones, cuando tu perro esté tranquilo pero despierto. Con unos minutos al día es más que suficiente).
– Elegir una mano
Este juego es un clásico, muy sencillo de ejecutar.
Hazte con un cuenco con golosinas muy apetitosas, ponte cómoda, e invita a tu perro a elegir la mano con premio.
Le ofreces las dos manos cerradas, a la misma altura, y solo en una de ellas has puesto una golosina.
Le pides “elige” y esperas a que toque una de las dos con la nariz.
Abres solo la mano elegida.
Si hay premio, se lo das y felicitas.
Si no hay premio, un “ooohh, más suerte para la siguiente vez” le indica que tiene que intentarlo de nuevo.
Este juego hace que el perro tenga que pensar y oler el aire antes de elegir.
Si se precipita, va a acertar el 50 % de las veces.
Puede que eso le valga, pero al tiempo falla el 50 % de las veces, lo que le enseña que no siempre logra lo que quiere, y no es el fin del mundo ni hay porqué enfadarse, siempre podrá volver a probar.
Conforme mejora su autocontrol, se tomará algo más de tiempo para elegir (oliendo antes de tocar) y acertará mucho más a menudo.
Pensar y tener un poco de paciencia tienen premio,
– Premios en hilera
Este juego es una variante del anterior, idealmente para cuando elegir mano sea demasiado fácil (y acierte casi siempre).
Hazte con 3 (al principio, luego pueden ser más) recipientes con agujeros.
Pueden ser simples tuppers que hayas perforado, o incluso unos vasos de plástico que agujerees.
Los agujeros son para permitir que el olor de la comida salga fácilmente.
Colocas los 3 recipientes en el suelo, del revés.
Bajo uno de ellos colocas una golosina muy aromática.
Luego haces un poco el “trilero”, intercambiando los recipientes entre sí para que tu perro pierda la pista visual de cuál era el que tiene el premio.
Y le pides “elige”.
Si lo hace al azar (lo más probable) sus opciones de acertar acaban de caer al 33 %.
Y las de fallar suben al 66%.
Eso le hará ser aun más paciente a la hora de esperar conseguir lo que quiere. Y más tolerante con los fallos.
O bien se tomará su tiempo oliendo el aire y su tasa de aciertos subirá notablemente.
Al igual que su autocontrol y capacidad de concentración.
Se puede subir el número de recipientes conforme acierta fácilmente con 3.
– Espera
(ATENCIÓN: este juego no deberías practicarlo si tu perro muerde cuando se frustra, porque puede hacerte daño de verdad. Déjalo para más adelante, cuando haya mejorado y sea algo más paciente tras jugar a los anteriores juegos).
Para este juego preparas un cuenco con golosinas, y te sientas.
Ofreces a tu perro el puño cerrado con una golosina dentro.
Y le dejas que pruebe de todo.
Que huela, que chupetee, que mordisquee (sí, va a mordisquear. Si duele mucho, te quejas y le das un segundo de “tiempo muerto” antes de probar de nuevo), que lloriquee….
No digas ni una palabra, no des pistas, tan solo deja que ensaye conductas.
Y muy atenta: en cuanto separe la nariz de la mano cerrada (es decir, en cuanto deje de intentar sacar la golosina), ¡bingo!, le das otro premio (igual al del puño) con la otra mano.
Y empiezas de nuevo.
Conforme jugáis, entenderá que solo si espera un par de segundos alejándose (girar la cara vale) del premio logrará alcanzar el premio.
Es algo contra intuitivo, ya que exige alejarse del objetivo para lograrlo.
Y exige también un buen autocontrol y paciencia. Para los dos, (porque recuerda, no puedes dar pistas ni hablar ni enfadarte).
Le enseña también que esperar un poco puede ser mejor estrategia que lanzarse con todo para conseguir lo que le interesa.
– Clicker
Esta herramienta, quizá te suene, sirve para el adiestramiento de animales (no solo perros).
Se basa en asociar un sonido neutro (el click) con golosinas muy apetecibles, para luego usar ese sonido neutro como marcador de “eureka, tienes premio”.
En este caso te propongo olvidarte de adiestramientos y objetivos y usar el clicker como juego para que tu perro piense, ofrezca comportamientos, ensaye conductas y se divierta.
Y tú te diviertas también viendo qué se le puede llegar a ocurrir.
Lo primero es cargar el clicker. Eso se puede hacer de dos modos:
Haces click con una mano y le das una golosina con la otra, todo al mismo tiempo. Repites 15 o 20 veces. Lo dejas y vuelves a repetir al día siguiente. Con eso suele bastar
O más rápido: esparce por el suelo 15 o 20 premios, y conforme tu perro los recoge, haz click por cada bocado que recupera. Repite al día siguiente. Ya tienes el clicker “cargado”.
Ahora te haces con tu cuenco de golosinas, te pones cómoda y empiezas a jugar.
Hay dos juegos interesantes.
(En realidad hay muchos juegos, pero te presento solo dos, ).
1- Ofrecer conductas
Las que sean. Es muy útil para perros muy miedosos, inseguros o inhibidos. Simplemente esperas a que haga algo y haces click (y premias. Siempre que haces click, hay premio).
Ese algo puede ser lo más simple del mundo, como mover una oreja, elevar una pata, sacudirse, girar la cabeza, mirarte a los ojos, incluso pestañear, lo que sea.
Pero tienes que ser rápida y hacer click.
Después de ese click, tu perro repetirá la conducta (así es como funciona el clicker).
Pero el juego va de iniciativa, así que espera.
Y sigue esperando hasta que haga cualquier otra cosa. La que sea, por sencilla que resulte, que no sea la primera acción a la que hiciste click.
Por ejemplo. Empiezas y tras esperar unos segundos, tu perro suelta un ladrido (puede estar un poco frustrado porque no sabe lo que tiene que hacer para lograr premios, y lo manifiesta así).
Haces click.
En cuanto se coma la golosina, pensará un par de segundos, y soltará otro ladrido, esta vez a propósito.
Sonríes y esperas.
Puede que suelte algún ladrido más.
Esperas.
Ahora tu perro da un paso atrás (porque se pone algo nervioso, ya que el ladrido antes servía y ahora no).
Haces click y premias.
Ahora va a pensar un poco más, porque seguramente no termina de entenderlo.
Puede que ladre una vez más, o que dé un paso atrás.
Sonríe y espera.
Quizá se ponga un poco más nervioso y gire la cabeza.
Click y premia.
Tras cuatro o cinco intentos, los perros suelen empezar a comprender la (única) regla del juego.
Haz algo, te premio, y luego haz cualquier otra cosa que no sea la anterior, y también te premio.
Eso hace que empiecen a ser creativos y se animen a ofrecer conductas, sin miedo a posibles consecuencias.
Les hace pensar para decidir qué hacen después.
Y les “fuerza” un poco al principio, porque se ponen algo nerviosos y se frustran.
Pero si eres rápida marcando con el click, y no esperas conductas llamativas o complejas sino que marcas gestos sutiles por pequeños que sean, le ayudas a gestionar esa frustración y a hacer frente con una estrategia distinta a alterarse o enfadarse: pensando.
2- El juego de la caja
El otro juego se llama popularmente “101 cosas que se pueden hacer con una caja”.
Y consiste simplemente en una extensión del juego anterior, pero interaccionando con un objeto.
En este caso, una caja de cartón.
Dejas la caja de cartón en el suelo, y te preparas con el clicker y las golosinas.
Y esperas.
En cuanto tu perro interaccione con la caja, haces click.
Brianna «peleando» con una caja
Olerla suele ser la conducta más habitual en primer lugar.
Luego esperas a que ofrezca una conducta de interacción con la caja, la que sea, excepto la que ya ha hecho (o sea, excepto olerla).
Puede que la empuje con la nariz. Haz click.
Ahora espera otra cosa distinta.
Puede que le dé con la pata.
Haces click.
Y así un rato.
No hay más regla que esa, haz algo distinto cada vez.
Si quiere destrozar la caja, meterse dentro o empujarla por toda la habitación, todo vale.
Estos juegos son divertidos, sencillos de realizar, económicos y te ocupan entre 5 y 10 minutos al día (no abuses, que aunque no lo parece, están siendo una exigencia importante para tu perro, sobre todo al principio).
Y le están enseñando que la paciencia, el autocontrol y pensar antes de actuar son más productivos y generan una mejor sensación interior que lanzarse y dejarse llevar por la frustración.
Así que ¿a qué esperas para empezar a jugar con tu perro?
Si además buscas ayuda para solucionar los conflictos cotidianos con tu perro, puede que lo que ofrezco te interese. Suscríbete y recibe un correo diario con reflexiones e ideas sobre perros que seguramente te hagan ver a tu perro de otra manera.
Hola buenas.
Mi golden tiene 9 meses y todavía se hace pis y cacas en casa.
Tb tira de la correa cuando ve a otros perros.
Tb me está destrozando los muebles de la casa.
Que puedo hacer?
Gracias de antemano.
Un saludo,
Edurne
Maravilloso post!!! Los pondremos en práctica sin duda!
Gracias, Inés, eso espero, que os pongáis manos a la obra, que os divirtáis, 😉
Hola, Edurne:
hay distintas razones por las que tu perro puede realizar esas conductas.
El tema del pis y la caca a menudo es un error educativo: posiblemente al intentar educarle has logrado el efecto contrario al deseado (es un problema muy común).
Que tire de la correa cuando ve a otros perros es totalmente normal (aunque molesto e incluso peligroso), ya que es un cachorro y además de una raza muy sociable y extrovertida, por lo que realmente necesita esos contactos y los busca activamente (y la correa le limita),
En cuanto a los muebles, sin conoceros no puedo saber la razón exacta, pero el estrés mal gestionado suele ser una razón habitual.
Así que respondiendo a tu pregunta sobre qué puedes hacer, creo que tienes dos opciones:
1-Estudiar, aprender y aplicar los conocimientos adquiridos para saber cómo convivir con un perro, creo que te faltan debido al propio comentario que haces. Tranquila, es normal, nadie nace sabido y el mundo del perro es complejo y amplio, por lo que exige un esfuerzo importante de aprendizaje y aun así, nunca lo sabes todo, 🙂
2- Contratar a alguien que te transmita ese conocimiento de modo más rápido y eficaz, sin tener que buscarlo por ti misma y filtrar lo que vale para algo de lo que solo son ideas obsoletas repetidas hasta la saciedad y amplificadas por medios como la Tv o Internet, y cuya aplicación solo empeorarán la convivencia.
Si eliges la segunda opción, piensa además que yo puedo ser ese alguien, :-). En el menú de la página tienes la descripción de mis servicios, por si crees que puedo ayudarte.
Un abrazo
Irene
Hola mi perro se llama Rex es mestizo tiene 4 años y ..bueno el problema de este es que tiene fustracion pork cuando pasa gente por la calle coge un peluche y lo sacude muy fuerte he llegado a emplear el clicker para hacer ejercicios de ordenes basicas como sienta,tumbate,luring etc..pero sigue con esa fustracion y a parte es un perro k..es muy inseguro y aunk tengo mucho vinculo con el desde que es pequeño es capaz de plantarme cara por sus cosas ya sea su carro o su hueso o su cama y …es muy jodido pork no entiendo los motivos k le llevan a ser asi pork nunca le he quitado nada al reves siempre le he dado cosas la comida,sus juguetes ,sus paseos ,cuidados etc…asi k no logro entender su forma de ser si puedes darme un ejercicio para poder hacer cuando se pone asi y me planta cara pork …es muy fustrante miro hacia abajo para k vea k no le desafio ni nada pero no muestro miedo y si esta en su carro o caseta se crece no se como actuar en esos momentos y si ago algun ruido diferente sea gemido o ladrido me mira y gira la cabeza sinceramente me pierdo con estos temas
Hola, Silvia:
Gracias por tu aportación.
En cuanto a tu comentario. Esa conducta que describes de sacudir un peluche de modo enérgico puede ser frustración, pero también puede ser una válvula de salida a un estrés crónico intenso.
En tal caso, no se resolverá con adiestramiento con clicker. Probablemente con ningún adiestramiento, ya que se trataría de un problema en la convivencia, no en la educación de Rex.
Si además dices que te planta cara, creo que hay mucho que valorar en vuestra relación, que tal vez no sea tan buena como piensas.
Puede hacerlo porque sus experiencias previas (antes de estar contigo) le indiquen que hay razones para desconfiar. O quizá porque simplemente no quiere compartir ni que nadie se aproxime cuando está en su espacio o con sus cosas. Cuando un perro se enfrenta, lo que realmente hace es defender su espacio o sus juguetes o lo que sea, y cuando un perro se defiende, es porque en su cabeza existe una amenaza en ese contexto. La amenaza puede ser real, puede que fuese real en el paso y ya no exista, o puede que solo esté en su cabeza, pero la cuestión es que se siente amenazado en los contextos que describes.
Y por definición, una conducta defensiva es una conducta indicadora de miedo, aunque no la estés apreciando como tal.
Y es que el miedo tiene varias maneras de manifestarse, huir es una forma, enfrentarse/agredir es otra (y ser excesivamente cariñoso, otra).
De todos modos, parece que hay un fallo en la comunicación, ya que explicas que cuando se pone así miras hacia abajo. Eso no da resultado porque no significa nada para Rex, o simplemente no es lo que está pidiendo. Cuando un perro se pone «serio», normalmente está pidiendo espacio. Y para darle espacio, hay que retirarse. Cuando gira la cabeza ya está entablando una «conversación» más calmada (entiendo que entonces deja de amenazar).
Pero en cualquier caso, si tienes claro que te pierdes con estos temas, es muy probable que necesites ayuda para salir de esa situación tan frustrante para ti.
Y en un comentario de blog resulta imposible ayudarte de verdad, pues es necesario recabar muchos más datos y ver a Rex en vídeos para poder valorar qué está ocurriendo y qué está realmente intentando comunicar Rex (lo que he puesto antes es básicamente una aproximación a partir de los pocos datos que me das, pero puede ser errónea, claro).
un abrazo
A Rex lo encontramos con 3.5 meses largos tenia los dientes de leche y de adulto y ..ya era asustadizo cuando llego a casa ni se movio de la caja estuvo 1,5 hora sin moverse y habia pasado el dia en el coche de mi padre yo empeze a jugar con el y empezo a moverse y hizo su primer orin pero paso los dias y comia como un liron pork pesaba 1,5 kilos y..cuando lo lleve al veterinario ya habia engordado pero el perro con la comida gruñia,no queria salir de casa la primera vez k salio iba temblando y al regresar se puso tan contento k corrio y ladro por todo el jardin pero ..con los dias empezo a gruñir a la gente k venia a casa ladraba a las personas mayores con baston y paso las semanas y mejoro en algunas cosas pork de orinarse dentro de casa empezo a orinar fuera pero luego empezo a orinar en su plato y su cama y mas tarde lo supero pero luego empezo a tener miedo a los ruidos atmosfericos a los autobuses perseguir bicis supero el tema coches cuando los veia pasar y las bicis pero empezo a tener problemas con los camareros podiamos ir a una terraza pero…si el camarero se acercaba le ladraba gruñia y llego un punto k deje de llevarlo pork yo ya me ponia muy tensa con esas situaciones y no era normal es como si la mesa fuera suya sabes y…asi con otras cosas ya sea su carro ,su caseta ,si le regañas varias veces para k aga algo pork no quieres k lo aga te gruñe y te planta cara ya sea yo o otro mienbro de la familia sencillamente he llegado a pensar k todos estos problemas son debido a k lo separaron de la madre cuando no debia y k yo he creido k tal vez ha sido maltratado y tal vez el pobre tiene trauma por no pasar el tiempo necesario con la madre como para k aprendiese lo k debia pork ..sencillamente no sabia ni subir ni bajar escaleras y tube k darle un empujon en el culo para simular a la madre y aprendio rapido pero …hay cosas k como persona k soy me es dificil de ayudarle como superar esos miedos y ser tan reactivo con sus cosas
Hola, Silvia:
La separación temprana de la madre es uno de tantos fallos que luego suelen generar problemas de comportamiento de distintos tipos.
Pero en el caso de Rex estás describiendo un síndrome de privación sensorial de libro. Para aclarar el tecnicismo, los perros tienen unas fases de desarrollo que deben ir pasando de un modo concreto, y cuando no ocurre así, tienen problemas. Los primeros meses de vida el cachorro debe conocer de cierta manera los distintos estímulos y situaciones que serán habituales en su vida de adulto para aceptarlos como normales y que no le supongan un problema (la llamada socialización).
Pues en el síndrome de privación sensorial esto no ocurre. El cachorro es mantenido en un entorno aislado y estático, y no puede conocer gente, perros, vehículos, ruidos urbanos, bicicletas, etc. Y cuando sale de allí (por lo que explicas Rex tendría ya 4 meses, la fecha límite para socializar cachorros, a esa edad es cuando cambian los dientes) simplemente no es capaz de asimilar esos estímulos normales como inofensivos.
Y eso le crea un gran temor hacia cosas que los demás vemos como no amenazadoras.
El resultado es exactamente lo que describes que te ocurre con Rex. Las conductas que cuentas corresponden a un nivel de estrés intenso mal gestionado y a miedo intenso, ya crónico. Rex lo está pasando realmente mal. El maltrato no tiene nada que ver con estas conductas.
Por lo tanto tienes mucho trabajo por delante. En primer lugar sería conveniente que olvidaras lo que crees saber sobre perros y empezases a aprender de fuentes fiables, ya que el problema de Rex es muy común (por desgracia) y es fácil de identificar en cuanto se empieza a estudiar comportamiento canino.
Y después, debes replantearte el modo en que educas a Rex. Regañar es un modo de castigar a un perro, y todos lo llevan mal, pero los perros altamente sensibles como Rex sencillamente no pueden con ello. Sus respuestas, interpretadas por ti como «se crece» o «se cree que la mesa es suya», «te planta cara», etc son conductas defensivas de miedo intenso. Rex CREE que su vida corre peligro en esos contextos.
Lo explico detalladamente en este artículo y en su continuación, leelos, por favor.
Luego, empieza a aplicar la empatía a todas esas conductas. Ponte en su lugar. Por ejemplo, el caso del camarero. Imagina que estás en una terraza tomando algo sola. Entonces llega un desconocido y sin preguntarte nada, se sienta en una silla en tu mesa. Y entabla conversación contigo. A ti puede que te apetezca o puede que te intimide, pero a él le da igual, no te ha preguntado. Y conforme habla contigo, va acercando la silla lentamente hacia la tuya, cada vez más, hasta que su silla (y él) está literalmente pegada a la tuya (y a ti).
¿Cuánto tiempo crees que aguantarías antes de decirle algo, de pedir ayuda, de avisar al camarero que te está molestando ese señor?. Lo que hace es invadir tu espacio vital. Y se llama espacio vital por algo. Cada vez que un desconocido invade el espacio de Rex, él intenta que se aleje (y lo hace ladrando y gruñendo). Y seguramente lejos de conseguirlo, intentas que se calle.
Él no puede evitar actuar así, igual que tú tampoco podrías evitar sentirte muy incómoda si ese señor pega su silla a la tuya. La diferencia es que si el señor ignora tus advertencias, puedes levantarte e irte. Rex no puede hacer eso.
Así que a lo que te he comentado, hay que añadirle aprender a interpretar la comunicación canina. Antes de ladrar y gruñir emite señales de incomodidad moderada. Si intervienes en ese momento y le ayudas, dejará de ladrar y gruñir.
Te recomiendo que a partir de ahora, además de aprender sobre perros, te empieces a preguntar en cada momento «¿qué necesita Rex para sentirse mejor?» en lugar de «¿qué tengo que hacer para que deje de ladrar/gruñir?». Avanzarás mucho más así.
Siento si ha sonado brusco, es que estás realmente muy perdida con Rex y él está muy asustado. No puedes cambiar lo que pasó en sus primeros 4 meses de vida, eso estuvo mal hecho y no estaba en tu mano, pero sí puedes actuar sobre algo que influye muy poderosamente en la conducta de Rex: el entorno donde vive y el manejo que le das cada día. Eso sí está en tu mano cambiarlo. Y cuando lo hagas, Rex cambiará.
Si quieres ayuda profesional para sacar adelante todo lo que te he comentado, puedes contar con mis servicios. Piensa que este proceso lleva meses y requiere unas cuantas sesiones de horas de aprendizaje, no podrás resolverlo con una consulta en Facebook o con un comentario en un blog, 😉
Un abrazo
Irene