O le devolvemos su dinero

 

Sobre lo de que tu perro venga siempre que le llamas, y lo que eso implica.

No sé muy bien qué pasa ahora.

Pero me encuentro mensajes, foros, anuncios y discusiones en distintos lugares sobre este tema.

Llamada 100 % fiable”.

“Consigue que tu perro venga siempre”.

“Podrás llevarle suelto con la seguridad de que acudirá al momento”.

Y así.

Supongo que es cosa de los algoritmos, que ven que miro un par de cosas del mismo tema, y hala, a acribillarme con ese tema hasta la náusea.

O igual es que es el tema de moda, yo qué sé.

Pero ahí está.

Mira.

Yo entiendo muy bien la importancia que le dan muchos cuidadores a este asunto.

Por un lado, eso de soltar a tu perro, que salga corriendo en cualquier dirección, y que ni te mire cuando le pides que vuelva da un miedito importante.

Entre la incertidumbre de lo que pueda hacer o no, y el perderle de vista más de un minuto, la angustia está servida.

Por otro, llamar a tu perro y que estando a 300 metros y liado con algo, acuda al instante y a la carrera, mola, ¿eh?

Queda super bien para los que están mirando.

La autoestima sube como la espuma de una lata de cerveza bien sacudida.

Oye, que yo me libré de una multa gracias a esto una vez.

Porque teniendo a mis tres perros sueltos en un parque enorme, lejos de mí y cada uno a su bola, conseguí que acudieran en el acto y corriendo cuando el agente de paisano me ordenó que los llamara.

(Jajajaa, conseguí, dice, qué valor, vinieron porque les dio la gana y punto).

Pues eso, que entiendo lo importante que es este tema para mucha gente.

Y por lo tanto entiendo también que los que venden algo a la voz de “te diré lo que quieres oír, aunque no se ajuste del todo a la realidad”, estén ahí al quite.

Ahora entre tú y yo.

Solo conozco una forma de conseguir una llamada 100 % fiable.

Una llamada en la que el perro responda siempre.

Y es usando un collar eléctrico.

De tal modo que el perro tenga pánico a las consecuencias de no acudir cuando le llaman.

Igual hay más modos, pero no sé cuáles son.

Y como estoy totalmente en contra de usar la electricidad para algo que no sea encender bombillas, jamás utilizaría o recomendaría esa manera.

Dicho esto, tengo una membresía.

En ella te doy pequeñas piezas de conocimiento sobre conducta canina.

Cada 5 días, accedes a una.

Y aprendes cosas nuevas sobre perros.

La primera es, oh, sorpresa, sobre la llamada.

Como enseñarla, cómo no joderla, y qué hacer si tu perro no viene cuando le llamas.

Y finalizo explicándote por qué no deberías llamar a tu perro.

Eso sí, lo que te cuento no garantiza que tu perro venga siempre.

De hecho, no garantiza nada de nada, solo te explico cómo funciona este asunto en la cabeza de tu perro.

Y ya te hago un spoiler: el 80 % de la llamada no depende de lo mucho que la entrenes.

Tampoco de lo que le des de premio a tu perro.

Es un poco más complicado.

Pero para saberlo tendrás que entrar.

Y para ir empezando a comprender de qué va esto que cuento, puedes apuntarte a los correos diarios. Con reflexiones como ésta, pero todos los días.

Lo mismo te hacen ver el mundo del perro de otro modo. O lo mismo hacen que me odies y vayas a trolearme en Facebook, qué sé yo.

Pero tú ahora mismo tampoco lo sabes, así que entra y lo averiguas. En el botón.

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