Qué pasa con tu perro cuando se hace viejito

 

Hoy he escuchado una charla sobre perros viejitos.

Hablaba de muchas cuestiones relacionadas con el envejecimiento canino.

Y es que es algo que nos cuesta asumir, pero nuestros perros envejecen.

Quiero decir que envejecen pronto.

Viven menos años y por lo tanto sus fases de desarrollo son más breves.

Así que un día, tu perro, que lleva contigo diez años y con el que te sientes super a gusto, porque os conocéis bien, tenéis vuestras rutinas y vuestros ratos de complicidad, empieza a hacer cosas raras.

Al principio no le das importancia, o casi ni te fijas, porque son cosas diferentes, pero tampoco especialmente llamativas.

Puede que empiece a saludar a desconocidos cuando nunca se ha fiado de los extraños.

O que huya de los niños que le encantaban.

O que le ladre a algunos perros, cuando hasta ahora iba a saludarles amistosamente a todos.

También empieza a dormir en sitios donde antes no dormía.

Y en posturas que antes no adoptaba.

A lo mejor tontea con la comida.

Zampa mucho.

O de pronto no quiere su comida habitual.

Pequeños detalles que van sumando.

Y si te concentras en ello, te das cuenta de que cada vez son más y más detalles.

Tu perro se ha hecho mayor, y ni te has dado cuenta.

Kenai, uno de mis huskies, me dio bastante trabajo en ese aspecto.

También aprendí mucho, claro, porque los perros siempre están enseñándome cosas.

Bueno, he vivido con unos cuantos perros, así que he aprendido de unos cuantos perros mayores.

Pero no todos envejecen igual.

Y los cambios de conducta son lo más llamativo del perro mayor.

Suelen tener sus razones, pero desde fuera no las vemos.

Kenai empezó a perderse en sitios familiares.

Como suena.

Una vez estábamos en una vía verde.

Una de esas junto al río, llana, recta, sin bifurcaciones, lo más sencillo del mundo.

La había recorrido miles de veces.

Bueno.

Pues se paró a oler entre unos arbustos.

Yo seguí caminando.

A los 100 metros me paré a esperarle.

Ya me había dando cuenta de que estaba enfermo por su edad y que su conducta empezaba a ser algo errática.

Salió de entre los arbustos, miró a un lado del camino y luego al otro.

No me vio.

Yo estaba allí plantada en el medio, y me pasó visualmente por encima como quien mira a un árbol.

Después de un rato de buscarme y no “verme”, decidió que el camino correcto era por el que habíamos venido.

O sea que se dio la vuelta y se marchó.

Y me dejó allí con la boca abierta y las cejas muy levantadas.

¿En serio?

Vale, no me ves, pero al menos podías seguir por la dirección que llevábamos.

Pues no.

Si no llego a estar mirando, le pierdo fijo.

En otra ocasión íbamos por un descampado por el que pasábamos a diario.

Pero resultó que en un extremo estaban haciendo unas obras de alcantarillado.

Y habían abierto un agujero tan profundo que podrías enterrar dentro una casa de 3 plantas y no la verías.

Decidí dar un rodeo por un prado vecino.

Y llamé a los perros para avisarles de mi maniobra.

Todos vinieron menos Kenai.

Que se iba derecho al agujero.

A trote ligero

Con toda naturalidad.

Por donde había pasado siempre.

Le llamé, silbé, le grité…..

Nada.

No me oía.

Y teniendo en cuenta que a veces parecía no ver tampoco, para mí que ni se había dado cuenta de que el suelo se terminaba a unos 200 metros de donde él estaba.

Aquí tuve que echar a correr para “rescatarle”.

Tenía un tumor cerebral, por si sientes curiosidad.

Bueno.

El caso es que cuando un perro se hace mayor, su conducta empieza a cambiar.

Y generalmente lo hace para mal, claro.

Y mucha gente no lo entiende.

O no asimila que su perro ya es viejito, aunque por fuera pueda estar estupendo.

Y me consultan.

No puedo curar el envejecimiento, porque no es una enfermedad.

Pero sí puedo ayudar con los problemas asociados.

A nivel del perro.

Y a tu nivel.

Porque hace falta un cambio de mentalidad importante para adaptarnos  a la realidad.

Y así poder darle a tu amigo la mejor calidad de vida posible.

Si es tu caso y estás desorientada por cómo se porta tu perro mayor, puedo contarte unas cuantas cosas que te ayudarán.

Le das al botón, te apuntas al blog, y te envío anécdotas como estas a tu buzón.

Una al día, todos los días.

error: Este contenido está protegido