qué hago con mi perro tras una cirugía

Han operado a mi perro

 

Muchos cuidadores no tienen que preocuparse durante años por la salud de su perro, porque no se pone enfermo y tiene la suerte de no sufrir ningún accidente.

Otros no tenemos esa suerte, y a veces nuestro amigo tiene un problema que conlleva una larga recuperación.

Si tu perro ha sufrido una fractura o cualquier otro problema articular que requiere cirugía, sabrás a qué me refiero: después de operar, tiene que reposar.

Si tienes un abuelete, esto no es muy preocupante: en realidad ya descansa bastante.

Pero ¿y si tu perro es un cachorro o un jovenzuelo vital y alocado?

 

Qué hacer en el postoperatorio de mi perro

 

El postoperatorio se hace muy cuesta arriba.

Sin embargo, es una parte fundamental para que la cirugía dé los mejores resultados.

Si este proceso se hace bien, el resultado será bueno durante muchos años, permitiéndole desarrollar una vida y actividad normales.

Así que tiene que reposar.

Ahora explícaselo, a ver si lo entiende, 🙂

Mi galgo no lo ha entendido.

Hace unos días se rompió la cadera.

Por varios sitios.

Es una perrita con miedo a  otros perros, así que estábamos trabajando ese aspecto.

Y ahí estaba, jugando encantada con un border collie que no parecía cansarse de correr y correr tras ella: justo su juego favorito.

Se ve que entre el entusiasmo del juego y la gran velocidad que llevaba, no controló bien en una curva, y se estampó contra un muro de piedra.

Dio tres vueltas de campana, se levantó con muchos quejidos, y se terminó el juego.

Por una temporada.

Larga.

Una radiografía después queda claro que tiene una buena chapuza.

Así que tras una larga y complicada cirugía (gracias, Marta), viene la parte difícil: una cachorra de apenas un año que está empezando a disfrutar de la vida tiene que pasar un mes (como mínimo) de reposo.

qué hago con mi perro tras una cirugía

Los montajes y precauciones que tomo a diario para evitar que haga el ganso te los ahorro, porque en estos casos cada cual tendrá que organizarse según su rutina diaria. Por ejemplo, la subo y bajo en brazos de la furgoneta: no le gusta nada y trata de hacerlo por su cuenta. En tu situación, quizá tengas que impedir que suba al piso de arriba con una puerta para bebés. O que suba al sofá poniendo una rampa de espuma (existen). O limitar su espacio disponible con un parque para cachorros modular. Hay muchas opciones.

Pero en el día a día, para tantas horas de aburrimiento, hay que hacer algo.

Y aquí es donde los juegos de nariz en casa pueden ayudarnos.

Entre otros que le planteo, y como es golosa le encantan, está el uso de una alfombra olfativa.

La alfombra olfativa es un juguete que nos han regalado los chicos de Mente Canina (¡mil gracias!) para animar a mi perrita en su recuperación.

Las hay de varios tamaños,  y la idea es que son muy tupiditas por lo que es fácil esconder pequeños premios en su interior, y así el convaleciente se entretiene buscando sin apenas moverse del sitio.

Alternativas parecidas existen con pelotas que son como enrejadas, de caucho, para meter dentro trapos y comida. O alfombras parecidas a las de los bebés, con bolsillos y zonas ocultas donde esconder golosinas. También puedes hacer juegos sencillos con tubos de cartón con golosinas dentro, por ejemplo. La idea es mantenerlo ocupado con objetos que pueda manipular, romper, rebuscar en ellos…sin esfuerzos y sin moverse del sitio.

qué hago con mi perro tras una cirugía: Alfombra olfativa para perros

Y ya la estamos usando; de ese modo se mitiga el aburrimiento y tiene algo que hacer sin necesidad de moverse, por lo que el reposo forzoso se hace algo más llevadero.

Aquí va un vídeo. Lo he grabado en exterior porque dentro de casa no hay bastante luz.

La zona está acotada para que no pueda irse de paseo por la finca ella sola:

Así que si tu amigo tiene una fractura o alguna otra convalecencia en la que pueda comer con total libertad pero no pueda salir a pasear, las ideas como esta alfombra y otros juegos de olfato son una gran ayuda.

Ideas como ésta, que van enfocada a mantener el bienestar físico de tu perro pero pensando en su bienestar emocional, las ofrezco habitualmente a mis clientes.

La solución estándar que te darán gratis por ahí es «mete a tu perro en una jaula pequeña durante ese mes».

Y ya.

Si te tiene que volver loco mientras se vuelve loco él, que se fastidie, que es por su bien.

Se pueden encontrar soluciones de consenso que respeten los aspectos veterinarios sin crearle ansiedad, frustración o miedo a tu perro.

Puedes recibir más ideas apuntándote a la lista de correo. Recibes un correo al día con reflexiones de educación canina amable, que solo reciben mis suscriptores.

Y un regalo de bienvenida que, si lo usas, mejorará la convivencia con tu perro de modo importante. Solo por apuntarte.

Si buscas mejorar la convivencia con tu perro, tanto si está sano como si está malito, entonces has encontrado el modo.

Por el botón

 

error: Este contenido está protegido